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Alemania le ganó con la camiseta a una Francia que no les gana desde 1958 y aseguró su lugar en las semifinales del Mundial de Brasil 2014. Los teutones fueron superiores y anotaron de cabeza a los 12′ en el Maracaná.
El gran Maracaná se deleitó con un muy buen primer tiempo disputado por Alemania y Francia, quienes pujaban por un lugar en las semifinales del Mundial.
Los germanos, que juegan de memoria, coparon el campo de juego de una Francia que no se tiró atrás pero que sí esperó en su campo.
El equipo dirigido por Löw daba pases precisos y tocando de aquí para allá trataba de armar jugadas de peligro, solo que los galos, expertos, esperaron tranquilos y no se dejaron sorprender por las subidas de los laterales, y menos por los toques cruzados.
Francia, con pelotas al vacío y jugabas en profundidad puso nervioso a un fondo teutón que tuvo en el aquero Neuer una garantía.
En el mejor momento del equipo “blue” los alemanes facturaron; hubo un tiro libre en el lateral izquierdo del ataque alemán, centro y el defensor Hummels mandó un frentazo que coronó el 1-0, a los 12’.
Con la ventaja parcial los alemanes obligaron a los galos a producir, a luchar e intentar buscar el empate; los teutones cerraron mejor los espacios y sobre la marcha corrigieron los defectos en el fondo. En el medio neutralizaron al peligroso Pogbá que se acopla muy bien en el ataque, luego a Benzemá no lo dejaron moverse con libertad.
Los atacantes germanos, fueron absorbidos por los defensores “galos”, por eso, que el gol llegó por la “azotea”.
En líneas generales, en la primera etapa, los blues fueron más peligrosos en el ataque, pero los teutones fueron eficaces.
Para el complemento, los galos intentaron romper la férrea defensa germana y por el sector derecho alemán descubrieron una brecha, generando varias situaciones que acabaron exigiendo al excelente arquero Neuer. Solo que estos ataques fueron efímeros, no hubo el hostigamiento necesario, típico de un equipo que está perdiendo, sino que los blues se mostraron fríos, timoratos, y que llegaron al arco rival en ocasiones.
Alemania, con mucho oficio, no quemó las naves, vio que su rival no lo exigía tanto y se dedicó salir de contra. Deschamps hizo cambios ofensivos que de nada sirvieron, ya que jugaban para Benzemá y no en función del equipo.
Francia no tuvo garra, no le puso “onda” al partido y perdió, con justicia, ante una mezquina Alemania que no es espectacular, pero sí es estructurada y eficaz.
El equipo teutón llega las semifinales por 13ª vez en la historia de los mundiales, y espera rival.
@lostribuneros
