Como informamos el martes, el juego entre Serbia y Albania fue suspendido luego que un dorne que portaba la bandera de Albania reclamando por la anexión del Kosovo, logró que el partido sea suspendido.
Se jugaba en Belgrado y esto no le causó gracia al público local; un jugador serbio pretendió bajar el drone pero un adversario albanés se lo impidió. Hubo invasión de público en la cancha, y varios jugadores fueron agredidos.
Korolov se puso el traje de héroe al recibir un sillazo que iba dirigido a un rival albanés, pero como este jugador, hubo varios compañeros que cubrieron con su cuerpo a los rivales para que no sean agredidos, e incluso, asesinados por una iracunda hinchada.
La cosa es pesada, ya que no es rivalidad clásica la que existe allí, sino que mucho peor; es política.
La UEFA por lo genera se lava las manos arreglando todo con multas, pero acá va a tener que tomar una decisión que solucione el problema de fondo.
@lostribuneros