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Envalentonados estaban los 12 miembros de la «Superliga Europea», quienes proclamaron que esta nueva liga de élite iba a comenzar a partir de agosto, sin consentimiento del ente regulador UEFA, que consideró esto como una liga pararela y debió apelar a la FIFA.
Manchester United, Manchester City, Chelsea, Arsenal, Liverpool y Tottenham Hotspur, cedieron a la presión del Primer Ministro británico Boris Johnson, la propia Premier League y la mismísima FIFA, que amenazó con tomar drásticas medidas con cada equipo y jugador que participe de este torneo.
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, cuestionado por sus polémicos negociados con bancos de crédito que, mientras millares de españoles quedaban en la calle por no poder pagar sus créditos hipotecarios, logró préstamos multimillonarios como para pagar arriba de 120 millones de dólares por el pase de Cristiano Ronaldo, por citar apenas un futbolista, es uno de los abanderados que defienden este torneo que, según él, favorece al fútbol europeo.
De 12 iniciales, en 24 horas, quedaron apenas seis, siendo tres italianos y tres españoles; Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Juventus, Milan e Internazionale. Pero, cuidado, porque ahora la directiva del Barça indicó que podrían retirarse si los socios deciden que no es buena idea sumarse.
El PSG y Bayern Munich, invitados al proyecto, no se sumaron sino que prefirieron observar a la distancia a ver qué pasaba para luego tomar una decisión.
La CONMEBOL, por su lado, presentó su apoyo a sus pares de UEFA mediando un comunicado donde rechazan fehacientemente este proyecto que suena a golpe institucional.
Tras este verdadero escándalo y la salida de los clubes ingleses, ha transcendido de último momento que los italianos está considerando la idea de retirarse también, dejando solos a los españoles.
Medios europeos califican a este hecho como un «Súper Ridículo» donde quedó expuesto el cuestionado pope del Real Madrid, Florentino Pérez.
@lostribuneros
