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Argentina tomó una moda, o más bien, una maña; culpar al Gobierno parece ser la solución para todos los males que aquejan a esta sociedad bastante corrompida por la «vieja política» sucia y desleal. Barras de Independiente protagonizan disturbios durante una asamblea y uno de los culpados, Pablo Moyano, culpó a la presidencia de la República.
Sin ánimo de entrar en disputas si somos «K» o anti «K», nos interesa mucho este tema. Ya vimos el caso de Ángeles Rawson, quien fue asesinada presuntamente por el encargado, y todos los medios pedían la cabeza del Gobierno, cuando esto no fue un caso de inseguridad.
Ahora, Independiente cae a la B por los pésimos directivos que tuvo, muchos de ellos corruptos y una impresentable barra brava que se dedicó a depredar al club que supuestamente «aman».
Pablo Moyano, hijo del líder de la CGT Hugo Moyano, apeló al sistema húngaro «No hay mejor defensa que un buen ataque». Ayer, luego de la agresión al presidente Cantero y su comitiva, fueron identificados los agresores y reconocidos por ser funcionarios de Moyano.
El hijo del camionero optó por culpar al Gobierno Nacional, cuando los que estaban en el medio del lío eran hombres de su séquito.
Los medios dominantes, se hacen la fiesta con esta cuestión y al oír la palabra «culpa del Gobierno» se están haciendo un festín, quitando del foco lo que verdaderamente sucedió para alimentar sus intereses políticos y económicos.
Así está la Argentina.
@lostribuneros
