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El equipo de Liverpool se despidió de la Champions League, luego de apenas empatar con Basilea en pleno Anfield. Gerrard salvó el honor al poner el empate a los 81′. Los ingleses terminaron con un hombre menos.
Liverpool estaba obligado a vencer a los suizos en su propio feudo para clasificar a octavos de final junto al Real Madrid, pero no pudo hacerlo; vive unos momentos para el olvido y parece haber perdido la magia.
Los escarlatas fueron sorprendidos por Fabián Frei a los 25′ y a partir de allí el mundo se les vino encima. Basilea, sabedor que este resultado los dejaba en los octavos, se dedicó a defender y contragolpear.
La desesperación abrumó a los hinchas y jugadores, por eso, Markovic, que había entrado en el entretiempo por Lambert, duró poco en la cancha, ya que a los 61′ vio la tarjeta roja.
Liverpool presionó pero dejó espacios abiertos que fueron aprovechados por un Basilea que no supo liquidarlo.
Steve Gerrard, el legendario capitán del local, se puso el equipo al hombro, lo empató de tiro libre a los 81′, y se encargó de poner a prueba al arquero suizo Vacklik que respondió, incluso, sacó una pelota en la línea, lo que parecía un gol cantado.
Los ingleses se acordaron tarde de acosar a los helvéticos, quienes perseveraron y clasificaron.
Real Madrid estaba clasificado de antemano, pero el campeón defensor selló su pasaporte con una goleada sobre el Ludogorets de Bulgaria, 4-0, en el Bernabéu. Tuvieron el récord de puntos de este torneo: 18 sobre 18.
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