TRIBUNERO EN PANDO (URUGUAY)

pando estacion cartel

Tomamos el Tribu-Móvil y encaramos para la ciudad de Pando, tal cual lo habíamos planeado desde antes de llegar a Montevideo.

Salimos al mediodía desde el centro de la capital uruguaya, un poco guiados por nuestros seguidores de las redes sociales, ya que estábamos algo perdidos, pero siguiendo las instrucciones llegamos enseguida.

Tras llegar a la «ciudad industrial», fundada en 1780 por un español llamado Antonio de Pando y Patiño, nos detuvimos en la avenida principal.

Lo gracioso, lo que nos hizo descostillar de la risa, fueron los comentarios de más de un seguidor, ya que la «ciudad industrial» como es apodada, es famosa por sus prostíbulos.

«Van a buscar amor, tribuneros», «Pando, es una ciudad a la que se va pero no se vuelve» y miles de comentarios de los más ingeniosos y graciosos.

Al llegar a Pando, una colega nos interceptó, nos preguntó por donde andábamos y nos hizo de guía.

Nos causó asombro, como sucedió en Montevideo, el respeto a rajatabla que tienen los conductores de los vehículos, sea moto, camión, ómnibus, auto o bicicleta, por las sendas peatonales.

Comimos en La Pasiva y una bella moza de nombre Alejandra nos atendió con la cordialidad característica del Uruguay. Le hicimos la pregunta típica que, como buenos tribuneros, le hacemos a quien recién conocemos y nos cae bien: Nacional fue su respuesta.

Caminamos por las calles pandenses, ciudad de 25.000 habitantes, ubicada a 30 km de Montevideo, perteneciente al departamento (provincia) de Canelones. Vimos casas sin rejas, industrias, algunas ya cerradas, otras activas, en la ruta habían muchos desarmaderos de autos y uno de motos. Le notamos alguna similitud con San Martín (provincia de Buenos Aires).

La vieja estación de Pando no pasó inadvertida, cerrada y olvidada, se encuentra en un estado deplorable. Las vías están oxidadas y se convirtió en el hogar de algunos linyeras.

El hospital fue lo más flojo que vimos, le faltaba personal y estaba atestado de personas en la guardia (emergencias).

El arroyo Pando es precioso y el parque, aunque se encuentra algo descuidado, es un buen lugar para comer un asado y disfrutar una tarde en paz y armonía.

arroyo-pando

La pasamos muy lindo en una ciudad pequeña pero grande de corazón.

Mirá las fotos en Facebook, buscanos como «Tribunero.com».

 

 

 

 

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