Iban apenas tres minutos de partido en Anfield y el acoso del Liverpool era tremendo, tanto, que un defensor del recién ascendido Leeds United, dirigido por el Loco Bielsa, desvió el balón con su brazo.
La pena máxima fue sancionada sin dudar por el referí y otro que no dudó fue Mohamed Salah, que de un bombazo puso el 1-0 parcial.
@lostribuneros