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Un partido vibrante protagonizaron Corinthians y Palmeiras en el Pacaembú por la jornada 8 del Campeonato Paulista. Ambos clubes viven realidades diferentes, mientras que el «Timâo» goza de ser campeón del mundo 2012, los palmeirenses lamentan haber bajado a la segunda división en el nacional.
Clásico, es clásico, en cualquier punto del planeta; aficionados nerviosos, expectativa y cientos de especulaciones de la prensa especializada, jugadores tensos, ansiosos, y todos los condimentos necesarios para jugar un partido de este calibre.
Los primeros 20′ de juego fueron un monólogo de Corinthians; el timâo iba al frente como nadie, acosaba a un Palmeiras de tal forma, que prácticamente todos sus jugadores se encontraban en la zona defensiva.
Dos pelotas en el palo puso el Corinthians, mientras que Palmeiras seguía estático en su zona y no ponía en peligro al arco defendido por Cássio.
A los 18′ el goleador Emerson Sheik puso la primera conquista del juego, haciendo justicia al buen juego presentado por Corinthians. Sus miles de aficionados, apostados en las graderías del estadio Pacaembú vibraron con el gol.
Parecía que el «timâo» iba a seguir de largo, y así, asegurar el resultado de cara a la segunda etapa. Pero, clásico, es clásico; Palmeiras, herido en su orgullo y como pudo, fue al frente. Apenas 10′ después de la conquista corinthiana, Vilson ganó una pelota área y puso el 1-1.
Empatados se fueron al descanso.
En el complemento, las fuerzas ya estaban parejas, el buen juego mandaba, un Corinthians que iba en busca del resultado favorable y un Palmeiras que se agazapaba como una pantera para salirle de contra.
Un error del gigante arquero Cássio, quien pese a medir 1,94, no pudo interceptar una pelota suya en el área chica, y el atacante Vinicius que estaba bien parado, de cabeza puso el 2-1 para los «porcos», dando vuelta el clásico a los 8′.
El gol palmeirense enervó a los jugadores de su tradicional rival, quienes le buscaron la vuelta para llegar a un empate que parecía negarse.
Tite, el entrenador del Corinthians movió el banco y colocó en la cancha al juvenil, que es una suerte de amuleto «clásico»: Romarinho. El juvenil, quien el año pasado debutó en la primera división ante este rival y le marcó los dos goles conque en esa oportunidad vencieron 2-0, no decepcionó.
El ex Milan, Alexandre Pato, le sirvió una pelota al jugador Romarinho y éste no perdonó a los 28′ y marcó el 2-2 que acabó siendo definitivo.
Ambos equipos pasan por un momento malo en el Paulista, si bien esto recién comienza, quedaron en las plazas 6 y 7 del estadual.
Mogi Mirim, quien venció de visitante por 2-1 al Unión Barbarense se acopló a la segunda posición con 14 unidades, mientras que a la vanguardia marcha la Ponte Preta con 15 puntos.
@lostribuneros
