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Los ghaneses, sin ser más pero con oficio y una gran “mano” del referí, quien sancionó un penal que no existió, vencieron por 2-0 a Cabo Verde y se ganaron un lugar en las semifinales de la Copa Africana de Naciones. El arquero ghanés Fatawi Dauda fue el mejor jugador de la cancha.
Un verdadero partidazo nos entregó Ghana y Cabo Verde por los cuartos de final de la Copa Africana de Naciones que se juega en Sudáfrica.
Magnífico partido y ante un clima acorde con el espectáculo en las tribunas del Nelson Mandela Bay; los “Tiburones Azules” sin hinchada y con muchas ganas de hacer historia, entraron a la cancha, mientras que, por otro lado, los ghaneses, viejos conocidos en el continente africano entraron ovacionados por una multitud que viajó a tierras sudafricanas para alentarlos.
El partido en la primera parte fue reñido, Ghana era el dueño del control del balón pero Cabo Verde defendía con dos líneas de cuatro bien paradas; sus defensores cerraban bien los espacios y no dejaban a los hábiles atacantes rivales llegar a su arquero Vozinha.
Durante la primera media hora era un monólogo de las Estrellas Negras, quienes trataban de buscarle la vuelta a una sólida y férrea defensa caboverdense, quien comenzó a poner en jaque al fondo adversario con peligrosos contragolpes, a toda velocidad.
El primer tiempo fue entretenido pero nada más, la cosa se puso muy picante y sabrosa en la segunda parte.
Los entrenadores, cual ajedrecistas, movieron sus tableros; Ghana colocó en la cancha a Mubarak Wakaso, quien terminó siendo un jugador clave, porque los dos goles fueron suyos. Asante y Boateng entraron en el momento justo para ponerle la gota de experiencia que se necesitaba para congelar un resultado.
Por otro lado, Lúcio Antúnes, técnico de los Tiburones Azules, puso a Platiní en lugar de Ryan Mendes, quitó a Tony Varela por Djaniny y Rambé suplantó a Júlio Tavares.
Con todos estos movimientos de tablero, durante gran parte del segundo tiempo, ambos equipos nos entregaron un verdadero partidazo, jugado a cara de perro y para ganarlo de una.
Cabo Verde era mucho mejor que su rival aunque algo timorato a la hora de llegar a la línea de fondo; pudo controlar al rival, tomó todo el terreno y lo hizo suyo. El arquero de Ghana, Fatawi Dauda comenzaba a tomar protagonismo
Júlio Tavarez ganó una pelota aérea en el área, cabeceó solo pero lo hizo de manera débil y el arquero ghanés estaba atento, por lo tanto, puso al balón en juego rápidamente y de contra los ghaneses, con un penal que no existió cambiaron la historia.
Asamoah Gyan entró al área por el centro, un defensor le cerró el camino con el hombro, pero el experimentado jugador ghanés se tiró en el área, el referí Rajindraparsad Seechum, nacido en Mauricio, se creyó la magistral actuación del atacante y marcó un penal que no fue.
El recién ingresado Mubarak Wakaso, desde los doce pasos, no perdonó al arquero Vozinha y de un zapatazo al medio puso el 1-0.
El gol de Ghana, puso muy mal al equipo caboverdense, que se fue como un puñal en busca del empate. Al minuto nomás la tuvo, pero la suerte y el notable arquero Dauda iban a conspirarle.
Con “jogo bonito”, cabecita levantada, toques, triagulaciones, paredes, ingresos por las bandas laterales, entradas sorpresivas por parte de los marcadores de punta y lo que pueda imaginar, los tibunres azules fueron hacia el área rival.
Ghana jugaba en su área y entorno a ella, pero no podía salir, la presión de Cabo Verde fue tal, que el arquero Dauda sacó pelotas como pudo y de lugares increíbles, en un momento, durante nuestros comentarios en Twitter, nuestra compañera Daniela Maruti exclamaba “Parece un pulpo, tiene como 8 brazos”, sinceramente, le dimos la mano derecha.
Dauda sacó hasta una pelota del ángulo, tras un tiro libre, era tanta la presión que luego de una pelota que se fue desviada, el cuidapalos festejó como si hubiera sido un gol.
El entrenador de las Estrellas Negras, Applah, hizo unos muy buenos movimientos tácticos en el campo, y a falta de 10’ sacó de su campo al equipo de Cabo Verde que era puro furor.
Los tiburones azules precisaban empatar, y su entrenador, Antúnez, los mandó a todos al frente, quedó solo con dos en el fondo y, de a poco, Ghana le comenzó a llegar.
Ghana los comenzó a desarmar y desanimar, cuando el tiempo ya estaba transcurrido. Hubo un tiro libre a los 93’ para Cabo Verde que el arquero Dauda despejó, hubo un córner y el aquero Vozinha fue a buscar el cabezazo, pero de contra y con el arco libre, otra vez, Mubarak Wakaso puso la pelota en el fondo de la red.
Si usted nos pregunta si fue justa la victoria de Ghana, desde ya le decimos que no, ya que el árbitro influyó en el marcador final al sancionar un penal que no existió. Pese a todo, nos maravilló ver como los entrenadores jugaron su partido moviendo piezas claves y dando un notable espectáculo.
@lostribuneros
