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El equipo vasco se consagró campeón de la Super Copa de España. Igualaron en uno en el Camp Nou. Messi y Arduriz anotaron. Piqué se hizo expulsar tontamente.
31 años después Athletic Club vuelve a dar una vuelta olímpica en el Camp Nou. El «León» había ganado en casa por 4-0 el pasado viernes al Barcelona, tirándole toda la responsabilidad a los catalanes para la revancha.
El entrenador Luis Enrique puso toda la carne en el asador. Athletic, por su lado, jugó con la impotencia de un rival que no lograba superar su defensa.
La brega se dio con un Barcelona dueño de las acciones. Los Culés tuvieron el balón pero no tuvieron chances de romper con una defensa férrea y con la velocidad de unos atacantes que salían a todo vapor buscando el tanto salvador
El tirano reloj no paraba sus agujas. La pelota no entraba. La primera etapa se iba sin goles hasta que el uruguayo Luis Suárez con el pecho se la bajó a Messi y la pulga abrió la ilusión. Dos minutos después fueron al descanso.
Barcelona estaba jugado. Precisaban tres goles más. El «León» estaba bien plantado en la cancha y no estaba dispuesto a regalarle nada a su rival, y menos, pegar un «gallinazo».
Los nervios se apoderaron de la afición y, minutos más tarde, el defensor Gerard Piqué insultó al juez de línea y dejó a su equipo con 10 hombres, en 56′.
El partido era discreto porque Barcelona no lograba hilvanar jugadas de peligro. Era la bravura del uruguayo Suárez contra toda una defensa. Messi era marcado celosamente.
Con un hombre más, Athletic jugó a voluntad. Dejó que Barcelona se adelante y juegue a matar o morir. Justamente, terminó muriendo.
En la primera etapa el conjunto de Bilbao tuvo una chance clara para definir, pero la malogró.
En el complemento volvió a tener otra chance irrepetible; Aduriz puso el 1-1. Iban 74′.
El tanto del «León» lapidó a un Barcelona que era un manojo de nervios. Manejaron los tiempos y jugaron con la poca moral que le quedaba a un equipo que necesitaba anotar 5 tantos en 25′.
Pese a los cambios de Luis Enrique, Barcelona no mejoró. Faltaban 4′ para el cierre cuando Kike Sola vio la tarjeta roja; llevaba 5′ en la cancha.
Athletic Club volvió a saborear la gloria 31 años después. Aquella vez, la brega acabó en una batalla campal. Jugaba Maradona. En esta ocasión, todo acabó en paz. Jugó Messi.
@lostribuneros
