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Aquí reproducimos la nota del diario argentino La Nación sobre la particular historia de vida de Gustavo Oberman, el delantero que surgió en Argentinos Juniors, pasó por Quilmes y River Plate y fue compañero de Lionel Messi y Sergio Agüero en el título del Mundial Sub 20 de Holanda 2005. “Cachete”, como es apodado, volvió hace poco al fútbol para jugar en la exótica liga de la India.
La última experiencia de Gustavo Oberman como futbolista profesional había sido en San Marcos de Arica, de Chile, en 2015. Luego, su vida empezó a acomodarse como la de un ex jugador. Su mujer encontró un trabajo, sus hijos tuvieron continuidad en un colegio (de Quilmes, de donde son oriundos) y él empezó a despuntar el vicio de la pelota con otros colegas ya retirados. Sin embargo, una propuesta, tan tentadora como alocada, cambió todo de un día para el otro: Pune City, de la Súper Liga de India, le ofreció un contrato por poco más de tres meses, tiempo en el que se desarrolla el certamen.
Poco tiempo, un sueldo acorde a la liga y el deseo de volver a sentirse jugador lo llevaron a aceptar la oferta del club, que está gerenciado por Hrithik Roshan, un actor de Bollywood, y Fiorentina, de Italia, entre otros. Pero, claro, aparecía un dilema difícil de resolver: ¿qué hacer con la familia? Junto a su mujer, resolvieron que viaje solo. Y, además, él debía decírselo a los chicos. Eso fue lo más difícil para Oberman, de 31 años. En Una aventura en la India, la página de Facebook que creó para contar su experiencia en territorio hindú, el ex delantero de River y Argentinos Juniors, entre otros, escribió un conmovedor artículo en el que cuenta cómo fueron las charlas con sus hijos.
Desde la terraza del hotel a las afueras de Pune. Poco a poco a conocer una nueva ciudad y su culturapic.twitter.com/UIm0cWnYvd&- Gustavo Oberman (@gus_ober)
12 de septiembre de 2016
El texto completo:
«Desde el momento en que llega una propuesta así se valoran muchas cosas. Aunque la mayoría de la gente cree que los futbolistas sólo pensamos en PESOS, DÓLARES Y EUROS, antes tenemos que plantearnos muchas cosas. ¿Me voy solo o con mi familia? ¿Es una liga buena o mala para mi carrera? ¿Por cuánto tiempo? Y tantas cuestiones mas. Cuando fui resolviendo todas estas situaciones, decidí comenzar esta aventura.
«Lo primero y más difícil fue contarle a mis hijos. Creer que estaba todo bien, que no iba a ser un lío y, a rato, encontrar a mi hija Keisi, de seis años, llorando en su habitación. «¿Por qué te vas a jugar tan lejos? ¿No podés conseguirle un trabajo a mamá y nos vamos todos juntos? Yo quiero que seas feliz jugando a la pelota… pero más cerca mío, papi». No son las mismas explicaciones. Tratar de convencerla que cualquiera daría. «Papi se va a trabajar», «vamos a hablar todos los días». Traté de decirle algo con algún regalo, abrazarla y mantener la compostura para no llorar. Pero no. Soy muy débil para eso. La abracé, me quedé ahí y lloramos juntos un rato.
Traté de decirle algo con algún regalo, abrazarla y mantener la compostura para no llorar. Pero no. Soy muy débil para eso. La abracé, me quedé ahí y lloramos juntos un rato»Gustavo Oberman
«Jonas es mi hijo mayor. Tiene nueve. A él se lo comente de otra forma, mientras caminábamos por Quilmes. Me sonrió y me contó que estuvo rezando para que yo siga jugando, me preguntó dónde quedaba India. Le contesté y siguió sin hablarme por un ratito. Después seguimos charlando como si nada. Pero el día de la partida, en el aeropuerto, hizo el click. Su papá se iba a jugar lejos y lloró, pero tuvo reflexiones, me dijo cosas que me llenaron el corazón. «Yo soy muy feliz de que juegues al fútbol, pero también me gusta que estemos juntos todo el día».
Mis dos hijos estaban felices de verme feliz por hacer lo que me gusta. Aunque ellos me van a extrañar. Tengo la suerte de tener una gran mujer a mi lado, una excelente madre que me da la tranquilidad de poder alejarme y saber que van a estar con ella. Y también sé que, de no ser porque encontró un trabajo que le gusta y la gratifica, estaría acompañándome. Como lo hizo varias veces.
«Después del adiós. Me subí al vuelo. Buenos Aires-Madrid para el comienzo de una pretemporada para un nuevo desafío. Es una liga que tiene su tercer año, pero que va creciendo. El 11 de septiembre termina la primera parte en España y de ahí a la india para acomodarnos. Ya falta poco y arranca lo más lindo y universal que existe: El fútbol».
Su último posteo fue sobre la llegada… y la comida
Fuente: canchallena.com
Diego Martín Yamus.
@lostribuneros
