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La final de la Copa Libertadores le dejó secuelas al mítico estadio Maracaná. Una multa le cabe a la administración del estadio tras el encuentro entre Palmeiras y Santos que acabó en victoria palmeirense por 1-0. La falta de uso de tapabocas y el no respetar el distanciamiento social les costará 2,600 dólares.
Fue el Instituto de Vigilancia Sanitaria quien multó al Maracaná por no cumplir con las medidas de protección a la vida. Dicha infracción fue cometida el sábado durante la final de la Libertadores entre los dos pesos pesados del fútbol brasileño.
Apenas un sector del estadio había sido habilitado, grave omisión de la organización, debido a que esto generó aglomeración, cuando debían haber mantenido distantes a los aficionados.
Los guardias de seguridad, encargados de hacer respetar el protocolo, fueron desborados por los hinchas, incluso, las fajas puestas sobre los asientos para que no los ocupen, fueron arrancadas.
Por otro lado la Conmebol indicó que los invitados para asistir al Maracaná debían presentar un examen PCR negativo hecho hasta 96 horas antes del encuentro.
Los invitados fueron 5 mil distribuidos en referís, jugadores y cuerpo técnico y directivos de los equipos finalistas al igual que miembros de Conmebol, empleados del Maracaná, prensa, patrocinadores, autoridades de gobiernos municipales, estaduales y federales e invitados especiales por parte de los clubes finalistas.
@lostribuneros
