Ergilio Hato, leyenda de Curazao

Curazao, región constituyente de los Países Bajos tras la disolución de las Antillas Neerlandesas, será el 28 de marzo el segundo y exótico rival de Argentina en la correspondiente fecha FIFA, partido a jugarse en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba. Casi no cuenta gran historia futbolera. Sin embargo, hasta este modesto combinado sudamericano (ubicado cerca de Venezuela) tuvo un gran futbolista, y más que eso, una leyenda: Pedro Ergilio Hato, cuyo nombre lleva el principal recinto de la región, donde esta selección disputa sus encuentros como local.

Es que Ergilio fue más que un espectacular arquero, por lo que era apodado “la Pantera Negra”. Nacido en 1926 en la capital curazaleña Willemstad, actuó entre 1943 y 1959 para el club de Primera División Jong Holland. Y fue llamado a la nacional de Curazao (aún no existían las Antillas), con el que produjo varios de los grandes momentos del entonces fuerte equipo.

En 1946, al cumplir 25 años de su fundación, la Federación de Fútbol de Curazao organizó un torneo amistoso con algunos países de habla neerlandesa como Aruba y Surinam, más Colombia y el gran Feyenoord de los Países Bajos. Hato tuvo una excelente tarea permitiendo un solo gol, y como también en ocasiones era delantero, marcando un penal. Así ayudó al dueño de casa a llevarse el título. Ese mismo año conquistó la medalla de bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia. Creada la oncena antillana, la integró para darle el oro en los siguientes Juegos en Guatemala en 1950, y tuvo la alegría de disputar un torneo de los Juegos Olímpicos, el de Helsinki (Finlandia) en 1952, donde las Antillas cayeron 1-2 con Turquía en primera ronda. Y en 1955 contribuyó al subcampeonato en la extinta Copa Centroamericana y del Caribe (CCCF) y al tercer lugar en la segunda edición de los Juegos Panamericanos en México.

Destacado por sus condiciones atléticas y deportivas, se retiró en 1959 en su Jong Holland, para el que se mantuvo fiel a pesar de recibir ofertas de grandes de Europa como Ajax, Feyenoord y hasta el mismísimo Real Madrid. Igual Pedro Ergilio Hato, que partió en la misma Willemstad que lo vio nacer en 2003, dejó un imborrable recuerdo, más grande en un sitio tan pequeño.

Diego Martín Yamus.
diegoperiodista93@gmail.com

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