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Varios dirigentes de los clubes del fútbol femenino de ascenso siguen haciendo la «plancha» como se dice popularmente. No mueven un pelo y solo hablan y hablar, y hasta presionan a sus jugadoras y cuerpos técnicos para que no hagan oír su voz de bronca. Parece hasta una tomadura de pelo que el fútbol de ascenso lleve hasta el día de esta nota (14 de mayo de 2021) 424 días parado.
Salvo las definiciones por los ascensos a la «B» y «A» donde un puñadito de afortunados equipos pudieron cantar presente, la inmensa mayoría espera lleno de ansias y como mucha rabia e impotencia.
Al dialogar con colegas, con entrenadores, delegados y jugadoras, percibimos que esto va a terminar en una protesta masiva en la puerta de AFA.
Lo decimos porque las jugadoras ya no se están callando y en redes sociales comenzaron airados reclamos exigiendo que la AFA dé la cara.
Meses largos llevan los clubes del ascenso preparándose porque comenzaron diciéndoles que para «febrero», luego para «después de carnaval», luego «finales de marzo cuando termine la Libertadores Femenina», luego para la mitad de abril por el tema de Semana Santa, después para principios de mayo, y todavía nada.
El esfuerzo psicológico y económico que están haciendo muchas deportistas para sostenerse en esta nube de dudas es atroz. Sentirse engañandas es lo que más les indigna, según estuvimos sondeando.
La AFA no las escucha y ni las tiene en cuenta. Los clubes, evidentemente, tampoco demuestran interés alguno porque de estarlo se hubieran unido y al menos exigido que fijen una fecha, así sea en agosto y en setiembre.
Esto va a traer cola de seguir así.
@lostribuneros
