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El marfileño Charles Gbeke firmó su vínculo en el Cascavel, equipo de la primera división del estado de Paraná. Jugó en el Guangzhou Evergrande de China. Debutará ante el Coritiba en el Couto Pereira.
Nacido en Abdiján, capital de Costa de Marfil, y nacionalizado canadiense, Charles Gbeke es la gran atracción del fútbol brasileño. Tiene 37 años, habla cuatro idiomas y ya conoce al fútbol brasileño por haber jugado en el Operario Matsubara, en 2001.
No la tendrá fácil el africano, ya que su equipo debutará en el Paranaense 2016 en calidad de visitante y frente al más popular del estado: Coritiba, el 30 de enero.
“Históricamente, los africanos, siempre hinchamos por Brasil. Como nuestros equipos tenían dificultades, nos sentíamos identificados por los negros brasileños. Especialmente Pelé. Hasta hoy gran parte de los africanos hinchan por el Santos”, dijo Gbeke.
Vivió 10 años en un barrio exclusivo de Abdiján, sin embargo, decidieron volver a Canadá, país donde su padre, un ingeniero electrónico, estuvo alguna vez haciendo un post-grado. Vivir en el país del “primer mundo” no fue nada fácil; el frío y el racismo los han espantado.
“En África, por mi padre ser de la primera generación de profesores africanos, convivíamos mucho con los profesores europeos y sus hijos. Vivíamos en todos en el mismo barrio privado. Mis mejores amigos eran blancos. Hasta ir a Canadá yo ni sabía que era diferente a ellos”, recuerda. “Mi familia quería que fuese médico, profesor, periodista. Cualquier cosa relacionado a lo intelectual, menos futbolista”, bromeó.
Jugaba profesionalmente en la MLS, hasta que el entrenador brasileño Bento Vieira lo llevó al Operario Matsubara, en 2001. Allí en Brasil conoció a la mujer que hoy es su esposa. Reside actualmente en Brasil donde administra una escuela de fútbol para niños en situación de miseria.
Entre otros equipos, Gbeke jugó en el Guangzhou Evergrande de China. Pretende nacionalizarse brasileño en un futuro.
@lostribuneros
