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Es inconcebible que la FIFA haya elegido a Qatar como sede del Mundial del año 2022. La falta de flexibilidad hacia sus visitantes es cruel, hecho que queda demostrado con el periodista danés Rasmus Tantholdt que estaba transmitiendo en vivo y que fue amenazado por guardias de seguridad.
La Copa del Mundo aún no comenzó y los qataríes están mostrando la hilacha. La prohibición de beber en lugares públicos, que no se puede usar determinadas vestimentas, que no se puede filmar ni fotografiar en muchos lugares y ni hablar de expresiones de afecto, ya están comenzando a incomodar a los visitantes que han llegado al país organizador del Mundial que arranca este domingo con Qatar ante Ecuador.
Mientras que Tanthold se encontraba realizando una transmisión en vivo para la cadena TV2 Nyhederne un grupo de guardias de seguridad se bajó de un carrito de golf donde fueron a sacarlo de manera violenta. El periodista, en inglés, les explicaba que estaba autorizado y que tenía todos los permisos para salir en vivo en esa zona mientras estaba emitiendo para la señala para donde trabaja.
Llenos de violencia los “seguridad” le tapaban la cámara e impedían que el periodista continúe su labor para el noticiero. Tras exhibir una documento que lo acreditaba para realizar sus labores, los agresores decidieron marcharse.
Al enterarse de esto mediante la Oficina Internacional de Medios de Qatar y el Comité Supremo de ese país enviaron una disculpa por el papelón.
“Esto sucedió cuando estábamos transmitiendo en vivo para TV2 Nyhederne desde una rotonda hoy en Doha. ¿Pasará también con otros medios?”, se preguntó el periodista.
