El regreso del St. Pauli a la Bundesliga no pasó inadvertido. En su primer encuentro frente al RB Leipzig, los seguidores del club hamburgués, conocidos por su ideología anticapitalista y progresista, hicieron sentir su presencia con cánticos y banderas que atacaban directamente al Leipzig. «No importa si eres aficionado o funcionario: RB Leipzig, enemigo del fútbol», coreaban los hinchas desde las gradas, dejando claro su rechazo al club respaldado por Red Bull.
Sin embargo, lo que ha desatado una verdadera tormenta en redes sociales no fue su tradicional postura anticapitalista, sino su aparente contradicción respecto a su apoyo a Israel. En un contexto donde el conflicto en Gaza ha generado un intenso debate, la falta de condena por parte de la hinchada hacia el genocidio en esa región ha provocado una oleada de críticas en Twitter, incluso entre aquellos que antes admiraban al club.
Usuarios de todo el mundo se manifestaron, tachando al St. Pauli de «sionistas» y acusándolos de hipocresía. Comentarios como «Los del St. Pauli que cierren el hocico mientras siguen apoyando al estado genocida de Israel» o «El Sion Pauli está para dar lecciones» reflejan el creciente repudio. La furia en las redes no ha parado de crecer, con mensajes que van desde el sarcasmo hasta el insulto directo.
Esta situación pone en entredicho la imagen del St. Pauli como un club progresista y defensor de los derechos humanos, dividiendo la opinión de sus propios seguidores y de aficionados de todo el mundo.