Robben solito le dio una paliza histórica a España en Salvador

Una superlativa actuación de un Arjen Robben que emuló los grandes momentos de Diego Maradona posibilitó que Holanda humille, y de atrás, a una desconocida España por el arranque del Grupo B, válido por el Mundial de Brasil (Foto: EFE)

España recibió la paliza de su vida en una noche para el olvido de Iker Casillas, quien se «tragó» tres de los cinco goles en una noche perfecta de Robben.

Los campeones del Mundo brillaban en el Fonte Nova de Salvador, Bahía, en una tarde lluviosa y cálida, donde el equipo español presentó los pergaminos de ser el último campeón mundo.

El juego comenzó muy ajustado en el mediocampo, con una España que tiraba pelotazos al vacío y lograba incomodar a la defensa adversaria, mientras que Holanda pretendía, sin éxito llegarle de contra con un Robben que quería pero que no podía conectar a Van Persie.

La Furia le llegaba como quería, a tal punto que tuvo un penal a su favor a los 27′ y Xabi Alonso no perdonó. Con justicia, España ganaba por 1-0 y pintaba para liquidar el pleito en la primera parte.

España era netamente superior a un rival que estaba agazapado pero que era incapaz de sacar un zarpazo. David Silva tuvo su gran chance al quedar cara a cara con el arquero neerlandés, se la tiró de puntín por encima pero Cillessen adivinó la intención del español y casi con las uñas la desvió.

Holanda, aprovechó la distracción española y con un pelotazo de 27 metros el atacante Van Persie, en palomita, a lo delfín, se la cabeceó por encima a un Casillas que tenía la obligación de salir a cortar. A falta de 1′ para ir al descanso, Holanda, sin merecerlo marcó un injusto empate.

El golazo de Van Persie casi provocó la suspensión del Mundial porque fue tan bueno, que merecía parar el campeonato y darle el trofeo a Holanda, pero volviendo a la tierra, y al partido, digamos que el segundo tiempo comenzó parejo, y ya era justo el empate.

España se fue deshilachando en la lluviosa tarde bahiana, los holandeses por el contrario, comenzaron a funcionar como lo pretendieron en el primer tiempo.

Mientras que el campeón del Mundo hacía ruido, los holandeses comenzaron  salirle a toda velocidad de contra.

Robben comenzó a pisar fuerte el acelerador, aprovechando los espacios cedidos por España, comenzó a brillar con una habilidad maradoniana, o por respeto a los brasileños, a lo Pelé. Por eso, puso el 2-1 a los 53′ y los ibéricos comenzaron a arrodillarse.

64′ iban de un partido con resultado incierto, donde podía pasar cualquier cosa, y verdaderamente pasó: de Vrij aprovechó otro desacierto del arquero Casillas y de cabeza puso el 3-1 que lapidó a España.

La «Furia» no existía, estaban rendidos, por eso Van Persie ponía el 4-1 a los 72′ y Robben, que no quiso ser menos, anotó un espectacular gol a los 80′, dejando todo 5-1.

Holanda tuvo todas las armas para ganar por mayor cantidad de goles, pero una pelota de Van Persie se estrelló en el palo, Casillas, con mucha dignidad evitó al menos tres goles, luego el recién ingresado Torres erró un gol imposible con el arco libre.

La goleada, por cierto, no estaba en los planes de nadie y la desconocida España recibió una clase de humildad y de cómo se debe jugar al fútbol. Holanda sí que se tomó revancha de la final del Mundial 2010.

@lostribuneros

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