Tras la caída del comunismo en Rumania, el popular Rapid de Bucarest no pudo sostenerse y cayó en picada a la segunda división. Ahora, un grupo de inversionistas aparecieron y el club volvería a ser el de siempre.
Uno de los clubes más viejos del fútbol rumano y esplendoroso en la época del comunismo, podría volver a aquellos tiempos de gloria, luego que un grupo inversor de la vecina Moldavia compre acciones y elabore un plan a mediano plazo plazo para salvarlos.
Rapid pertenecía al Ministerio de Transporte en la época de la cortina de hierro y gracias a su apoyo era un gran competidor de los poderosos Steaua y Dinamo, pero cayeron en una pésima administración y endeudados cayeron a la «B».
El grupo inversor tiene como metas sanear la economía del club, es decir que primero negociarán con acreedores y con el fisco, luego reforzarán el plantel para lograr el ansiado retorno a primera e invertirán una jugosa suma en las divisiones formativas.
Uno de los directivos, Nicolae Manea, prometió éxitos a futuro pero pidió algo de paciencia por el momento.
@lostribuneros