No aprendemos más: el Sub 20 abandonado a poco del Sudamericano

Entre 2007 y 2017, la selección Sub 20 de la Argentina, otrora gloriosa bajo el aura de José Pekerman y compañía, se sumergió en la más profunda mediocridad. Con la super promocionada nueva AFA parecía llegar un viento de cambio, incluso con el título del regional  L’Alcúdia en España, poco relevante pero importante en estas condiciones. Ni siquiera el envión de la brillante conquista en agosto sirvió de algo: a poco más de un mes del Sudamericano de Chile, clasificatorio para el Mundial, el equipo no tiene técnico, no practica ni ha programado amistosos.

El desastre de la mayor en el Mundial de Rusia 2018 no sólo produjo la accidentada, desprolija salida del entrenador  Jorge Sampaoli, sino de su colaborador más cercano, Sebastián Beccacece, hoy en Defensa y Justicia, entonces responsable de un Sub 20 de juguete. El único técnico disponible en la AFA y también del cuerpo de Sampaoli, Lionel Scaloni, se hizo cargo y ganó en L’Alcúdia, antes de ser designado interino de la absoluta.

El ex Newell’s Old Boys y Estudiantes de La Plata decía, mientras dirigía a la mayor, que estaba entusiasmado con hacerlo con la juvenil en el próximo torneo de Chile. Sus palabras volaron como los pergaminos de la Selección. Confirmado hasta la Copa América 2019, dejó el Sub 20 en manos de… aún no se sabe. Hay muchos rumores, de nombres, de estrategias, como que el mismo Scaloni comande al equipo en el torneo continental antes de retomar con la mayor. Si no podría tomarla Pablo Aimar, actual del Sub 17. Si no Walter Samuel. Si no Fernando Batista. Si no Esteban Cambiasso. Si no Hermes Desio, coordinador (¿?) de las albicelestes más chicas.

Faltan 39 días para el Juventud de América, donde Argentina ya tiene rivales en busca de mejorar su imagen de 2017 y meterse en el Mundial de Polonia. Sin embargo, no se conoce quién la comandará, no hay preselección, el último amistoso fue con Uruguay el 29 de agosto. Sí, el 29 de agosto. Mientras, la celeste, el campeón de la región y cuarto en Corea del Sur 2017, se alista con 21 futbolistas y prácticas diarias en el Complejo Celeste, con nueve amistosos programados con día y hora. La misma celeste que tiene al mismo técnico hace diez años, el gran Fabián Coito.

No aprendemos más. El desaguisado de los Juegos Olímpicos de Río 2016, cuando Julio Olarticoechea, responsable de la femenina, dirigió el Sub 23 con pocos jugadores. La estupidez de los 44 proyectos de juveniles para 2017, desechados y reemplazados por una designación a dedo de un tal Claudio Úbeda, para luego quedar afuera en el Mundial como peor tercero de Arabia Saudita. La vergüenza, interna y externa, de la mayor en Rusia 2018. Qué decir de la pobre de mujeres, dos años sin competencias hasta la Copa América de 2018, que al menos se salva al haberse clasificado para el Mundial.

No aprendemos más. El frustrado Boca-River, la Superliga de miniatura, con mil partidos suspendidos, el pobre ascenso, los cambios promocionados que no cambian nada. Seguimos escribiendo editoriales, seguimos viendo cómo pasa la vida y el fútbol argentino se derrite. El glorioso fútbol argentino. El que, parece, seguirá cayendo más abajo de lo pensado.

Diego Martín Yamus.
diegoanita@hotmail.com.ar

@lostribuneros

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