Messi se mandó un golazo a los 90′ y Argentina a pasitos de octavos

Lio Messi se mete en la piel del hincha al marcar un agónico gol que salva a la Argentina de un empate contra la aguerrida Irán por el Grupo F. La celeste y blanca jugaba decididamente mal pero la «Pulga» anotó en la agonía y es casi un hecho jugarán los octavos de final (Foto: AFP)

Argentina jugó, por lejos, su peor partido y a punto de morder el polvo estuvo si no fuese por un inspirado «Chiquito» Romero que se mandó grandes atajadas ante un Irán se les plantó en un Mineirâo que era un «caldeirâo», donde la multitud de hinchas celestes y blancos alentaban sin parar.

Los persas se pararon muy bien en el campo, donde hicieron hincapié en no dejar jugar a los cracks argentinos. Messi tuvo una celosa marca, mientras que Higuaín no tocaba una pelota, Agüero no podía hacer nada,  lo contrario a un Di María que luchó como un león, pero él solo no podía contra tantos iraníes.

El primer tiempo fue decididamente malo, Argentina no podía, estaba desconcertada, ya que los asiáticos no se dejaban sorprender por las subidas de Rojo y Zabaleta, tampoco cedían espacios para que puedan disparar de media distancia.

Todo estaba bajo el control de los persas, ni siquiera de pelota quieta y aérea podían entrarle los argentinos.

La pelota, en el segundo tiempo, quedó dividida para ambos, el equipo iraní comenzó a soltarse, a dejar de lado el temor a jugar ante un grande del fútbol mundial, por eso, sin descuidarse en el fondo, pusieron a prueba en tres ocasiones claras a un «Chiquito» Romero que mostró estar en un gran nivel.

Romero respondía bajo los tres palos, y eso levantaba el ánimo de sus compañeros que estaban desconcertados.

Algo tarde, Sabella, decidió mover el banco de suplentes, a los 77′ puso a Lavezzi y Palacio en la cancha, quitando a Agüero e Higuaín que pasaron inadvertidos.

La rebeldía de Lavezzi y la velocidad de Palacio le dieron otro enfoque al ataque, pero pasó poco; Messi, era celosamente marcado por el fondo iraní, no era capaz de dar un pase correcto y de hacer un dribbling, porque no le daban oportunidad. Los defensores eran «carceleros» y no descuidaron a la pulga durante los 90′, pero claro, Messi aprovechó el momento de relax de sus defensores y a los 90’+1′ sacó un zapatazo que lo cambió todo: ¡GOLAZO!

Argentina jugó mal, pero en el fútbol mandan los resultados y el equipo de Sabella logró el objetivo: ganar.

Con este 2-1 el equipo albiceleste está casi clasificado a octavos; Sabella deberá corregir muchas cosas, muchos errores en la defensa y la falta de reacción en el ataque, porque el día que borren de verdad  a Messi, adiós ilusión.

Ahora, a disfrutar y ver cómo juegan los demás.

@lostribuneros

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