Un hecho horroroso que conmueve a toda Turquía. El futbolista Cevher Toktas, de 32 años, confesó haber asesinado a su hijito de cinco años. «No tengo ningún problema mental», confesó.
Las autoridades turcas había dictaminado que el óbito del niño de cinco años fue por problemas respiratorios, y en medio de esta pandemia de coronavirus, bien pudo pasar inadvertido.
El niño estaba internado por coronavirus en un hospital turco. Aprovechando que estaba solo con su hijo, Cevher Toktas, lo ahogó con una almohada durante 15 minutos. Posteriormente pidió ayuda a las enfermeras al ver que había logrado el objetivo que era matarlo.
11 días después Toktas, futbolista del Bursa Yildirim, confesó haber asesinado al pequeñito y contó los detalles anteriormente descritos.
«Le grité a los médicos para evitar cualquier sospecha sobre mí», declaró ante la policía. Ante el estupor de las autoridades confesó abiertamente que lo mató porque «no lo quería».
«Nunca quise a mi hijo menor desde que nació. No sé por qué no lo quise», dijo y aclaró: «no tengo ningún problema mental».
El asesinato a su hijo tiene una pena de cadena perpetua por estar agravado por el vínculo. El cuerpo del pequeño fue exhumado para la autopsia.
@lostribuneros