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El atacante debutaba oficialmente con la camiseta peñarolense en su retorno al fútbol uruguayo. Surgido de River Plate de Montevideo y proveniente del Granada de España, la joven promesa de 20 años de edad tras 18 minutos de juego al recibir un balón perfectamente servido no perdonó al arquero de Cerro para poner el 1-0 de un partido que terminó con victoria ferroviaria por 2-0 en un rebosante Estadio Campeón del Siglo.
Acto seguido, una simpatizante de su equipo mediante un cartel hecho a mano le pidió la camiseta como obsequio. Arezo, al darse cuenta de la petición de la dama en cuestión, se acercó, se sacó la casaca y se la lanzó a la tribuna.
Estas actitudes sumadas a sus goles hacen de un futbolista grande. Arezo es un pequeño en edad pero un grande de corazón. Ojalá pueda darle grandes cosas al fútbol uruguayo.
