Peñarol goleaba a domicilio a Cerro por la primera jornada del campeonato Clausura de Uruguay, cuando la hinchada local protagonizó desmanes que obligaron a suspender el juego (Foto: Tenfield)
El popular equipo carbonero atropellaba a un Cerro que deseaba que el partido termine ya; Sandoval, Zalayeta y Aguiar, de penal, dejaban 0-3 al «más popular», y quedaban 7′ en el rollo más descuentos, cuando la hinchada local, en su cabecera, mostró una bandera de Peñarol, a modo de trofeo. La policía intentó secuestrar la bandera robada, pero los inadaptados se negaron a entregarla, protagonizando serios incidentes.
Darío Ubriaco, conocido árbitro internacional, al no contar con las garantías suficientes para que el juego siga su cauce normal, sin incidentes, se vio obligado a suspenderlo.
Los Carboneros, por su parte, se inflan el pecho porque lograron un triunfo en un lugar dónde no es fácil ganar, como lo es la Villa del Cerro.
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