Argentina jugaba con el freno de mano puesto. Ganaba bien 1-0 sobre una selección saudí que hasta el momento jugaba para no ser goleada como les sucedió a sus pares árabes Irán y Qatar. Messi de penal había abierto. Tres goles les fueron anulados por causa del VAR al equipo sudamericano, si bien su gol llegó por esta vía.
Sin embargo, el golpe perfecto lo dio en el minuto tres del segundo tiempo, momento exacto en que Saleh Al Shehri se mandó el tanto del empate que desconcertó al equipo de Lionel Scaloni.
Era tal el estupor, el descrédito por el tanto saudí fue prefectamente aprovechado por los árabes que no tuvieron pruritos a la hora de salir de contra a todo vapor. Rápido nomás, cinco minutos después, aprovechando el ‘mareo’ del equipo argentino vino el golpe de gracia de Salem Al Dawsari para dejar el juego 2-1.
Argentina ahora deberá vencer sí o sí el encuentro venidero ante México, más allá de como salgan hoy ante los polacos.