Luego del doble bochorno protagonizado por el Esperance de Túnez en las finales 2018 y 2019, teniendo que volver a jugar esta última con el Wydad Casablanca, la Confederación Africana de Fútbol (CAF) decidió que la final de Champions League se juegue en una sede fijada antes de la competición.
Similar a Europa es la decisión de la CAF luego de los hechos bochornosos protagonizados por el Esperance de Túnez. En la final de 2018 atacaron con piedras el ómnibus del Al Ahly de Egipto, lastimando a varios futbolistas y aún así, bajo amenazas y con un marcador a favor de 3-1 debieron sufrir miles de humillaciones extradeportivas en Ciudad de Túnez, cediendo un 3-0 en contra y el trofeo para los locales.
En 2019 la historia se repite. Atentados contra hinchas visitantes y, lo peor, la desconexión del VAR. Wydad Casablanca, al verse perjudicado por la anulación de un gol y de saber de que el video estaba desconectado, decidió abandonar la cancha. Las autoridades presentes en la cancha del Esperance decidió darles el trofeo de campeones africanos a éstos, pero el TAS rápidamente actuó y preliminarmente falló para que la final se repita.
Luego de este bochorno Ahmed Ahmed, presidente de la CAF, junto a su comisión directiva decidieron que a partir de la próxima edición de la África Champions League se juegue a una sola final y en sede prefijada de antemano.
La única vez que se jugó en una sede fija fue en 1965, durante la primera edición del torneo que llevaba el nombre de Copa Africana de Clubes Campeones, en esa ocasión el Oryx Douala de Camerún se consagró campeón al derrotar al Stade Malien de Malí.
@lostribuneros