El «Besador Serial» brasileño

Muchas veces las crónicas narran historias acerca de asesinos seriales, pero casi nunca hablan de un caso excepcional, como puede ser el de un «besador serial».  Les presentamos la historia de un verdadero «atacante» sigiloso y voraz como lo fue el «Besuqueiro», en su versión castellanizada.

El verdadero apodo del «Besuqueiro» es «o beijoqueiro», quien atacaba por sorpresa en grandes acontecimientos, en el especial en el Maracaná, basando a la figura del equipo, o al jugador que le caía bien.

José Alves de Moura es o era su nombre, ya que su paradero desde hace unos años es desconocido, nació en 1940 en Portugal y de adolescente se radicó en Rio de Janeiro, Brasil.

Este personaje pasó a la fama en 1980, cuando consiguió burlar un fuerte esquema de seguridad en torno a Frank Sinatra, logrando darle un beso en la mejilla al cantante.

El Besuqueiro era futbolero, ya que tuvo una incursión como empresario de fútbol, y trabajaba como chofer de taxi; Alves de Moura no dejaba «títere con cabeza», besando a cientos de figuras de diversos ámbitos, y no solo del balompié.

Se recuerdan muchas «hazañas» de este personaje, una fue cuando jugó Estados Unidos, allí en el Maracaná, donde le regaló un ramo de flores y besó al arquero Tony Meola.

Los besos de este personaje siempre eran en la mejilla, algo inofensivo y carente de lujuria, aunque siempre existieron los malintencionados, quienes lo calificaron de homosexual, como si esa condición fuese algún problema. También lo quisieron mandar a la cárcel.

Besó tantos jugadores, que muchas veces se montaron sistemas de seguridad «anti-besuqueiro», que lograron despejarlo de la «tentación», aunque si este hombre hubiese sido un atacante, habría brillado como goleador, porque se las ingeniaba como nadie para burlar las «defensas» de la policía y empresas de seguridad, logrando muchísimas veces su objetivo.

Este hombre se volvió toda una celebridad entre 1980 y 2000, aunque no todo fue color de rosa, porque sufrió crueles agresiones por parte de las fuerzas de seguridad, una de ellas, le costó la rotura de varias piezas dentales y de sus costillas.

También tuvo su lado positivo, ya que la firma Walt Disney lo tuvo en cuenta para una historieta, donde tenía que besar a uno de los más grandes personajes de la firma norteamericana: Ze Carioca.

Se lo ha buscado por todas partes con la intención de hacer una documental, pero del hombre no se sabe absolutamente nada.

Marcelinho.

@lostribuneros

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