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Finalmente terminó esta odisea que debió haber terminado en abril; el Campeonato Paulista pudo ser reanudado y justo el día del comienzo del campeonato brasileño les tocó jugar la final a los dos pesos pesados, los superclásicos Palmeiras y Corinthians.
La ida de las finales jugada en la Arena de Corinthians había terminado son goles, debiendo dejar todo para la revancha en el Allianz Parque, estadio de Palmeiras.
Los Porcos, que llevaban 12 años sin levantar el trofeo se enfrentaban al último tricampeón que, además, es su rival superclásico.
Luiz Adriano había puesto al Palmeiras arriba en el minuto 4 de la complementaria. El tiempo llegó a su final y los esmeraldinhas rompían un maleficio que comenzó en 2008; error defensivo en el cuarto minuto de descuento, penal para Corinthians y gol de Jô.
Pudo haber sido devastadora esta conquista del Timâo, pero en la ruleta de los penales los locales afinaron la puntería y acabaron con el reinado del clásico rival.
Palmeiras logra así su título 23 contra 30 del «Coringâo».
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