Cómo se extrañan aquellos Campeonatos Nacionales de la AFA…

Hemos escrito varias veces (y seguimos insistiendo) que el fútbol argentino es poco menos que caótico, desorganizado por donde se lo mire. El país tricampeón mundial en Qatar 2022 no tiene un certamen local acorde a su jerarquía futbolera. Pero esto no es noticia tan nueva, si desde 1967 la AFA busca hacer un torneo más o menos coherente y no lo logra, o no quiere lograrlo. Y eso que ese 67 entraron en vigencia los Campeonatos Nacionales, íconos del fútbol federal que Argentina necesita hoy.

Por idea del entonces presidente afista Valentín Suárez se creó el Nacional, que compartía año con el Metropolitano pero permitió la llegada a la Primera División a clubes del interior del país, tanto por el recordado Torneo Regional como por la adjudicación de plazas fijas, como fuera con los de Mar del Plata, Córdoba o Mendoza. Si bien mayormente ganaban los de Buenos Aires, muchas por tremendas goleadas, también los de “tierra adentro” produjeron sorpresas y se quedaron con el título, en este caso Rosario Central que disfrutó tres.

De esa forma se presentaron a las grandes luces nombres importantes como Belgrano, Talleres  y Racing de Córdoba, Atlético Tucumán, Independiente Rivadavia (que ahora volverá pero en forma regular), Gimnasia y Esgrima (Mendoza), Juventud Antoniana y Central Norte de Salta, Kimberley de Mar del Plata, Guaraní Antonio Franco (Misiones) y el famoso Loma Negra, de la empresa cementera del mismo nombre. Pero también otros pequeñitos como Unión de General Pinedo (Chaco), Puerto Comercial (Bahía Blanca), Atlético Uruguay (Entre Ríos), Mariano Moreno (Junín) o Argentino de Firmat (Santa Fe), por nombrar un puñado en ambos casos.

A lo largo del tiempo el Nacional cambió de cantidad de equipos, formato y calendario, más o menos lo actual. Pero era la muestra de lo que debió ser siempre el fútbol en el país, de las provincias y no tan sólo de Buenos Aires. Rosario Central fue el único en campeonar del interior, Talleres estuvo a segundos en 1978 con aquel inolvidable 2-2 con Independiente que consagró al rojo. Además los provincianos se dieron el gusto de batir en ocasiones a los gigantes: Central Córdoba de Santiago del Estero a Boca, Andino (La Rioja) a River, Altos Hornos Zapla (Jujuy) al boquense más de una vez. Ni qué decir de Loma Negra, que en la ciudad de Olavarría (interior bonaerense) estaba casi de moda con jugadores de renombre, y se lo recuerda también por derrotar a la Unión Soviética en un amistoso previo al Mundial de España 82. Historias como la de Kimberley, cuya camiseta la Francia de Platini y compañía debió pedir para jugar contra Hungría en la Copa del Mundo de Argentina 78. O la del pobre Puerto Comercial, triste récord al caer 1- 13 con Banfield en 1974. Y no olvidemos que el mismísimo Diego Maradona dejó su huella al marcar su primer gol oficial en este torneo, jugando para Argentinos Juniors ante San Lorenzo de Mar del Plata.

Asimismo tomaron parte otros de convocatoria que hoy luchan por regresar: Olimpo (Bahía Blanca), Cipolletti (Río Negro), San Martín (Tucumán), Estudiantes (Río Cuarto),Patronato, Aldosivi. El apasionante certamen duró hasta 1985, el que también tuvo un complejo sistema de rueda de ganadores y perdedores y fue obtenido por Argentinos ante Vélez Sarsfield en un intrincado proceso largo y denso de explicar. Después la AFA creó la B Nacional (actual Primera Nacional) pero aún así el nivel doméstico siguió y sigue siendo dominado por los conjuntos de la capital argentina. Por eso, y hoy que los del interior cuentan con más recursos y preparación, sería bueno que de una vez por todas se vuelva a lo federal. Como eran esas tardes y noches de los 70 y 80.

Diego Martín YAMUS.
diegoperiodista93@gmail.com.

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