Boca – River «superpapelón».

El «Superclásico» jugado en Mar del Plata fue un verdadero fiasco; expulsados, violencia, partido espantoso. Boca terminó con ocho y River con nueve, en el José María Minella. El «Millo» se impuso 1-0.

Mar del Plata soportó un partido que, además de ser técnicamente malo, fue cortado por faltas desleales, actitud violenta y revanchista por parte de Boca Juniors, y un River que terminó entrando por el aro.

Boca, que arrancó electrificado, comenzó con un Osvaldo a los manotazos con Álvarez Balanta cuando no se llegaba a los 2′, luego, a los 10′ el defensor Silva le propinó una falta criminal a Gabriel Mercado, que se tuvo que ir lesionado, mientras que el debutante, ex Sporting Portugal, expulsado.

Daniel Osvaldo, otra vez apareció, pero no su peligrosidad con la pelota, sino que por su peligrosidad en lo emocional. Le entró con todo al arquero Marcelo Barovero, que, por fortuna para Boca, no fue roja, debido a que la falta no fue para lesionar.

Los xeneizes perdieron la manija, se dedicaron, decididamente, a pegar. El referí Patricio Loustau hizo lo que pudo, ante jugadores que estaban desacatados.

Otra falta dura, Peruzzi le entró feo a un adversario, el árbitro, ya condicionado por el nerviosismo y la deslealtad de los jugadores, no dudó en echar al lateral boquense.

Boca, con nueve en la cancha, le hacía partido a River, si bien no estaba cercano al gol. Luego, llegó el turno del «Cata» Díaz, quien a los 78′ insultó al juez, y vio la roja; Boca con ocho en la cancha.

Se reanudó la brega. Maidana tuvo una disputa verbal con Tévez, se exasperó con el «Apache» y golpeó su cabeza contra la del boquense, éste, experimentado como es, se dejó caer aparatosamente, y Loustau compró: roja.

Acto seguido, mientras el defensor de River protestaba airadamente sobre Tévez, Andrés Chávez aprovechó para darle un codazo, disimulado, a la altura de las costillas. Maidana se sacó y se armó un tumulto que, por suerte, fue puro ruido.

Un papelón fue el partido. River ganó 1-0 gracias al penal anotado por Pisculichi cuando transcurrían 18′.

River preocupa porque con dos más no logró aumentar cifras, ni siquiera fue capaz de meter miedo, pero Boca, plagado de muy buenos futbolistas, preocupa por su falta de profesionalismo y su nivel de prepotencia.

Gallardo preocupado por lo técnico; Arruabarrena, preocupado por lo disciplinario. Esa imagen dejaron los dos más populares en Mar del Plata.

Crédito: Canchallena.com

@lostribuneros

 

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