Joseph-Antoine Bell fue considerado el mejor arquero africano del siglo XX la IFFHS. Nacido en Camerún en 1954, brilló con Los Leones Indomables y hasta se dio el gusto de jugar en el fútbol francés a los 31 años de edad. Participó de los mundiales de 1982, 1990 y 1994, siendo titular apenas en la última Copa del Mundo en mencionar dado a que había preferencia por Thomas N’Kono, otro que pasaba por un momento inigualable en el fútbol español.
Bell jugó en Camerún, defendiendo al Oryx Doualá, luego fue a jugar a fútbol de Costa de Marfil y al egipcio, para a los 31 años mostrar sus cualidades en la liga francesa, donde jugó nada menos que en el Marsella, además de Toulon, Bordeaux y Saint Etienne.
Se destacaba, además, por ser un gran líder y fue uno de los primeros en luchar contra el racismo. En Francia le tiraban con maní, bananas de manera burlo por su origen africano.
En los mundiales de 1982 y 1990 fue suplente, sin embargo, a los 40 años fue titular en el Mundial de Estados Unidos 1994.
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