El futbolista de Boca Juniors armó un tremendo revuelo luego del triunfo por penales ante su ex equipo Vélez Sarsfield. Su eufórico festejo y ásperas declaraciones generaron una controversia tal, que hasta su hermano participó de la misma, y le jugó en contra.
Mauro Zárate había llegado a Vélez en un mal momento y pintaba con una suerte de superhéroe. Logró colaborar con la salvación del equipo velezano del descenso, pero, eso fue sobre el final.
Zárate, presa de la emoción y del sentimentalismo, en su momento dijo que en Argentina solamente jugaría en Vélez, pero apareció la chance de jugar en Boca Juniors, y éste sin dudarlo se cambió de vereda.
El hincha fortinero nunca soportó esto y la ira estalló cuando éste tuvo que volver al «Fortín» con la camiseta xeneize.
Hubo amenazas y juegos verbales. Muchos insultos por parte del público local. Luego, vino la revancha.
En la Bombonera Boca se impuso por tiros penales. Allí Zárate festejó con todo y hasta esgrimió que la victoria «pasó el equipo grande», lo que provocó airadas reacciones a favor y en contra.
El campeón del México ’86 Oscar Ruggeri, apoyó al futbolista: «Yo gano el partido y los mando a la c@# de su madre», dijo sin pelos en la lengua.
Sin embargo, quien salió con los tapones de punta fue su propio hermano Rolando «Roly» Zárate, que en sus estados de Whatsapp publicó temas referidos a la «traición».
José Luis Chilavert, campeón mundial en 1994 con aquel recordado equipo de Vélez, le tiró con munición gruesa y lo tildó de «desagradecido y fracasado».
@lostribuneros