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Pensemos en positivo y que Boca va a golear al amateur Auckland City de Nueva Zelanda y tendrá chance de seguir en el Mundial de clubes 2025, para lo cual necesita la inestimable colaboración del Bayern Munich para que derrote a Benfica y, si tiene ganas, por varios goles. Cuanto más marquen los de Vincent Kompany menos deberán hacer los de Miguel Russo. Sin embargo, sin querer tirar las ilusiones de los hinchas, lo probable es que el xeneize no pueda pasar este duro Grupo C. O sea que otra vez acumularía una derrota rápida, como al comienzo del año en la Copa Libertadores o en la reciente Copa de la Liga ganada por Platense.
Y la pregunta surge espontánea: ¿qué hacer entonces con otro fracaso? La primera respuesta es alistarse y reforzarse para el próximo clausura, tanto para volver a ganar un local como para sumar para esa esquiva Copa. Pero con tantas internas y mal manejos especialmente del devenido presidente Juan Román Riquelme, de nuevo será un tiempo difícil de transitar para un plantel que tiene mucha jerarquía y asimismo muchos fracasos últimamente. Boca ha lavado mucho su imagen con Russo en este Mundial, mereciendo vencer al Benfica y forzando al Bayern que igual le ganó sin discusión. Por ahí no vendría el problema. El tema es cómo se levantarán los que queden y algún nuevo (ojalá no estrafalario) que se sume en el mercado de pases que se está moviendo. Otro golpe, aunque sea con europeos, repercutiría en su trabajo acá. Y será otro lunar para esta desgastada dirigencia. Aquí y ahora, este martes Boca debe hacerle muchos goles a su actual panorama.
Diego Martín Yamus.
