Hace tiempo radiografiamos a la entonces ignota selección de Qatar, tras su histórico triunfo en la Copa Asia. Y hace poco tiempo avizoramos que el equipo del Golfo, invitado a la reciente Copa de Oro de la CONCACAF,se hacía presente en cada ocasión que podía para sumar jerarquía de cara al Mundial que hará en 2022. Se «prendía en todas», titulamos, sospechando que como en la Copa América Brasil 2019 haría gran tarea. Y así fue, cuando en brillante campaña en Estados Unidos se quedó con el tercer lugar. Otro indicio de que algo importante se viene.
Es cierto que con dinero se puede hacer una vida. Pero hay que saber hacerla, porque en Argentina hay, pero parece que se dilapida. Ahí tenemos al flojo Sub 23 afuera de nuevo en la primera ronda de los Juegos Olímpicos. En cambio, Qatar ha realizado un proyecto serio, sin resultadismos, con un desconocido técnico Félix Sánchez que formó de un grupo de futbolistas un equipo respetable.
Así se ha forjado una base sólida de tiempo juntos, y vaya que ha logrado tamaños resultados en el mundo del fútbol, donde era un cualquiera. Así gannó su grupo en la CONCACAF, batió a El Salvador y forzó al local (futuro campeón) a ganarle de última en las semifinales. Así terminó tercero por más puntos que el otro semifinalista, Canadá. Y así hemos oído más veces esos apellidos raros de talento: Pedro Miguel Correia, Al Haidos, Boudiaf, Akram Afif, Hatem y el terrible Almoez Ali, goleador en Asia y en esta Gold Cup.
Confirmado, gente tribunera: Qatar se prendió. Y se viene en serio, justo para debutar en un Mundial, su Mundial. El tiempo dirá si estamos en lo cierto.
Diego Martín Yamus.
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