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El implacable goleador egipcio, ahora apodado el “Messi de Egipto” viene dejando un tendal de hazañas y goles a lo largo y ancho del fútbol africano. Walid Soliman se lució como nadie en la Copa de Campeones de África y participó del Mundial de Clubes 2012.
Nacido el 1º de diciembre de 1984 en la milenaria ciudad de Minya, el gran goleador se formó en Beni Mazar FC y emigró a la ciudad de Alejandría para hacer sus primeras armas a nivel profesional en el Haras El Hodood.
Soliman, jugó en la selección sub 20 egipcia pero tuvo que sufrir más de la cuenta para ganarse el puesto y ser respetado en el fútbol “faraón”. Un entrenador casi no lo tenía en cuenta, por lo que el delantero, tuvo que cambiarse a un equipo de segunda división llamado Gouna FC donde le fue verdaderamente bien, pese a que su escuadra no logre el ansiado ascenso logró impresionar a los dirigentes del club que los venció: Petrojet, quien no dudó ni un minuto en ficharlo.
Con el pie derecho comenzó la temporada en primera con su nuevo equipo, Petrojet, donde de movida comenzó a tambalear cuanta red encontró, comenzó a hacerle miserable la vida a cuanto arquero encontró a su frente. Su fama creció rápidamente y el entrenador de la selección mayor de Egipto no dudó en convocarlo.
El club Ahli Jeddah de Arabia Saudita se interesó por el atacante y lo pidió a préstamo a cambio de la jugosa cifra de 500 mil dólares, dinero que el Petrojet aceptó, pero los árabes prefirieron no comprarlo porque, según ellos, el goleador no había cumplido con las expectativas, pese a que su equipo terminó en la tercera posición del campeonato y Soliman pudo anotar varios goles importantes.
Walid Soliman se defendió, tras la devolución “me hicieron jugar en una posición a la que no estoy acostumbrado, por eso no tuve la oportunidad de marcar más goles”, aseveró.
Tras retornar al Petrojet, su entrenador sí supo pararlo en la cancha y Soliman comenzó a demostrar sus cualidades de goleador; 17 tantos por el campeonato de liga de 2009, uno por la Copa Egipto y uno por la Copa de la Confederación Africana.
Para 2010 el ENPPI, otro equipo egipcio ligado a empresas petroleras, decidió comprarlo y lo llevó a sus filas donde Soliman no decepcionó. Los populares Al Ahly y Zamalek, clubes que son una especie de Boca – River, comenzaron a dar vueltas en torno al jugador; Al Ahly hacía mucho ruido y lograba seducir al goleador pero el pase nunca se daba, hasta que, por fin, en 2011 el club más popular de Egipto se lo llevó.
Soliman vistiendo la camiseta de Al Ahly ganó la liga egipcia de 2011 y la Copa de Campeones de África 2012, ganándose un puesto en el Mundial de Clubes.
Juega en la selección faraona donde es hombre gol, aunque el equipo más importante del fútbol africano lleve varios años sin figurar a nivel continental y mundial.
