Tremendo partido jugado en la Villa Olímpica de Vélez por la Primera C del fútbol femenino, sexta jornada. Las Populares dejaron sin invicto el arco fortinero y no se alzaron con los tres puntos por errores propios.
El fútbol es así, gana el que mete más goles, gran verdad gran, pero hay maneras de ganar, o explicaciones para determinados resultados. Las Populares cayeron en el complejo deportivo de Vélez Sarsfield por la tercera jornada de la Primera C del fútbol femenino. Partido increíble con goles llegados por errores propios y no por méritos fortineros.
Era una suerte de David contra Goliat. Las velezanas entrenan en un complejo deportivo que cuenta con más de cinco canchas, mientras que Villas Unidas hace lo que puede en una cancha de fútbol siete y que atraviesa miles de dificultades estructurales, que obligan a su entrenador Gustavo Levine a hacer de tripas corazones.
Aún así, con menos condiciones, menor estado físico-atlético, las chicas de Villas encararon a las fortineras con el objetivo de romperles el invicto.
La fortuna estuvo a favor del conjunto de Liniers en la primera jugada del partido; tiro de esquina, mal despeje y gol en contra.
El tanto, lógicamente avivó a las locales, que tienen un muy buen patrón de juego, pero al ver que las adversarias no daban espacios, intentaron con remates de media y larga distancia, y con centros; Paola Parra estuvo presta bajo los tres palos, e incluso llegó a sacar balones con los puños y descolgar centros.
De a poco el conjunto de Levine comenzó a tomar confianza en el medio. La notable Fiorella «Maradó» Roldán comenzó a hacer de las suyas en conexión con Nathalia Gamarra en el ataque, mientras que la notable Sofía Alzogaray aportaba mucho, sumándole a varias pisadas de la capitana Bárbara Corte.
El juego de Villas fue prolijo a tal punto que provocó varias faltas y cortes por parte de las velezanas, además, dejó al desnudo vulnerabilidades en la faz defensiva, donde las centrales se mostraron confusas e inseguras, e incluso, debieron «revolear» la pelota a la tribuna en más de una ocasión.
Las grandes acciones de Villas provocaron que cada vez que se llegue, se lo haga con peligro de gol, y así sucedió. Gran pelota para Nathalia Gamarra, defensora por el camino, arquera después y cayéndose se mandó un gol a lo Luis Suárez, dejando las cosas 1-1.
Villas jugaba de igual a igual y estaba viviendo un momento fabuloso, entonces la «Maradó» Roldán encaró en el área y ante la salida de la arquera fortinera se la tiró por encima, y cuando el público de Villas se prestó para gritar el gol, la pelota se estrelló en la transversal.
Vélez tiraba pelotazos y salía de contra a todo vapor los laterales. Sabían que su equipo físicamente era inferior e intentaban, pero Natalia Saucedo y Loana Larraburu estaban en su tarde y ganaron gran parte de las pelotas que llegaban al área.
En el complemento se presentó otro partido. Sofía Alzogaray, aquella que encaró como la mejor, que la pisó lindo, debió dejar el campo de juego, lo mismo sucedió con la peruana Adriana Arteaga, un motor en la zona de recuperación. Eso obligó a la goleadora Yésica «China» Zalaya a retroceder, perdiendo potencial en el área rival.
Pese a todo, ya sin brillar, Villas fue dejando de atacar, para peor, Nathalia Gamarra, la «9», sufrió varios calambres, y aún así jugó con el corazón.
El entrenador fortinero Nicolás Gallicchio movió el banco, puso en la cancha jugadoras de mucha potencia física, y a partir de ahí vino el cambio.
La segunda conquista, anotada por Rosario Castro, fue producto de una mala salida de la arquera Paola Parra, quien dudó entre salir y no. El tercer tanto, de penal, fue una grosería de una defensora que levantó sus brazos a la hora de cabecear y Rosario Castro facturó.
Pese a estar 3-1 abajo, las Populares bregaron en busca del descuento. Nunca se atrincheraron y tampoco pedían la hora.
@lostribuneros