Después de las prósperas décadas de buen fútbol de los 40 y 50, la Copa América entró en una nueva etapa de confusión e incertidumbre. De jugar cada dos años, esos 60 sólo vieron rodar dos ediciones, cada una con más rarezas como el único título de Bolivia, el estreno de Venezuela, inéditas eliminatorias y otro triunfo de Uruguay en su país.
Desde su primera participación en 1926, Bolivia era el centro de goleadas y debilidad. Pero aquel marzo de 1963 el conjunto del brasileño Danilo Alvim hilvanó una campaña histórica, al influjo de grandes nombres de torneos de clubes como Ramiro Blacutt, Camacho, Alcócer o Castillo. Además Uruguay y Chile ayudaron con sus abandonnos, y los bolivianos hicieron vibrar a su gente en laaltura de Cochabamba y La Paz con dos triunfos espectaculares, un 5-4 a un disminuido Brasil y un 3-2 a una Argentina que integraba nombres como César Luis Menotti, Carlos Timoteo Griguol, el arquero «Gato» Andrada, Bernao y Savoy.
Otro irregular lapso aconteció hasta 1967. Ccuatro años pasaron por primera vez en toda la historia para que Uuruguay fuera una vez más anfitrión en Montevideo. Y como en 1959, Juan Carlos Corazzo fue el entrenador que lo llevó a sumar otra vuelta olímpica. Fue un torneo con varias curiosidades: el estreno de Venezuela llevó el número de países a los 10 por primera ocasión, por eso la CONMEBOL decidió una eliminatoria entre cuatro que clasificó a Chile y Paraguay. En tanto en su debut, los venezolanos que jugaban con los chilenos, para diferenciar sus colores, usaron la camiseta de Peñarol. Finalmente, Pedro Rocha le dio a la celeste el 2 de febrero el gol del título con su 1-0 a una Argentina mediocre a pesar de contar con Roma, Marzolini, Oscar Más y Luis Artime, máximo goleador. Porque Rocha se juntó con otras glorias como Ladislao Mazurkiewicz, Pablo Forlán, Montero Castillo y «Pepe» Urruzmendi. Un Uruguay que tendría mucho tiempo para disfrutar el logro. Porque hasta 1975 la siempre desprolija Copa América no iba a rodar.
Diego Martín Yamus.
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