(Foto: Reuters) El último partido por el Grupo B del Sudamericano Sub entre el anfitrión Uruguay y Venezuela terminó un verdadero bochorno provocado por el árbitro. Los celestes lo empataron a los 93′, el referí sancionó el gol, pero al ser agredido por jugadores vinotinto decidió anular el gol y terminar el partido.
Uruguay estaba clasificado de antemano y jugó para cumplir con el calendario ante la eliminada Venezuela por la última fecha del Grupo B, en el Campus de Maldonado.
El equipo oriental puso en la cancha a la mayoría de suplentes, siendo superado por una vinotinto que anotó el único gol del juego antes de la media hora por medio de Jaime Moreno.
Los Celestes no le encontraron nunca la vuelta al juego, ya que la descontracturada Venezuela defendió e intentó de contra lapidar a un adversario que era pura garra, y que no le encontraba la llave al arco.
Giménez Vivas, jugador Vinotinto, vio la roja a los 63′ y dejó a su equipo con uno menos, lo que adelantó en la cancha a Uruguay, que fue con el orgullo en busca del empate.
Alejandro Mancilla, referí boliviano, fue el centro del papelón, ya que a los 93′ el equipo uruguayo empató, éste señaló gol, pero al no ver a su línea en el medio del campo corrió a consultarle. Ni bien habló con su colega, convalidó el gol. La hinchada de Uruguay festejaba, hasta que los pibes venezolanos lo rodearon y comenzaron a tirarle manotazos e insultos. Mancilla, en lugar de exhibir tarjetas rojas, prefirió anular el gol y terminar el partido.
La cosa no pasó a mayores porque Uruguay ya estaba adentro y Venezuela, equipo mañero y violento como pocos, estaba eliminado.
Brasil, a primera hora, venció por 2-1 a Colombia y se aseguró la segunda plaza, detrás de Uruguay, que se quedó sin invicto con Venezuela. Los cafeteros los acompañarán en la tercera posición al hexagonal final donde estarán, además, Argentina, Paraguay y Perú.
Los dos mejores clasificarán a los JJOO de Río 2016, y los primeros tres al Mundial de Nueva Zelanda 2015.
@lostribuneros