El fútbol femenino termina su etapa llena de emociones. La pasión por el fútbol cada vez va pegando más y más en las mujeres, especialmente en las más jóvenes, que además de entenderlo, seguirlo: Lo juegan.
La segunda semifinal del fútbol argentino de Primera C se jugó a altísimas revoluciones a tal punto que la brega debió estar parada por más de una hora luego que una jugadora de Vélez Sarsfield tenga un fortuito encontronazo con la zaguera Milagros Giménez, capitana de Argentino de Merlo, de apenas 16 años de edad.
De ahí el juego fue intensos como muchos cortes por faltas bruscas, sí, algunas hasta subidas de tono, pero sin mala intención, sino que la presión y la necesidad de llevarse el ascenso elevó las temperaturas de las 22 futbolisas en la cancha.
Este partido, que por la ida, había sido ganado por las fortineras 0-1 en Merlo, acabó 2-0 en la Villa Olímpica.
La entrega de ambos equipos fue notable; Argentino con un equipo que promedia los 17 años de edad, ante un Vélez que cuenta con elementos de mayor experiencia.
Indudablemente, y más allá del resultado, se trató de un emocionante encuentro porque Argentino al necesitar la victoria adelantó sus líneas quedando apenas con dos futbolistas en el fondo, mientras que el resto batallaba del medio hacia adelante.
No hubo expulsadas por esas cosas de la vida, pero jamás, incluso en la lesión de «Mili», hubo mala intención ni nada de eso. Cosas del juego «nomá».
@lostribuneros