El fútbol uruguayo nuevamente se tiñe de color sangre; un simpatizante de apenas 20 años perdió la vida luego de más de un mes de agonía. Había sido víctima de un atentado por parte de barras de Nacional.
Hernán Fiorito estaba festejando junto a un gran grupo de simpatizantes los 125 años de existencia de Peñarol en la tranquila y apacible ciudad de Santa Lucía, ubicada a 60 kilómetros de Montevideo, cuando en plena conmemoración un grupo de barras identificados con el tradicional rival Nacional irrumpió en la fiesta, comenzando a los tiros.
Varios hinchas del club más popular del vecino país fueron heridos, pero el peor de todos fue este jovencito de sólo 20 años, quien desde el 28 de setiembre estuvo agonizando en un nosocomio de la capital oriental.
La justicia uruguaya actuó velozmente y detuvo a 12 de los 14 involucrados, quienes hasta el momento estaban imputados de «tentativa de homicidio», ahora, el juez que entiende la causa, Dr. Luis Sobot, cambió la carátula a «homicidio simple», lo que llevaría a los criminales a cumplir una larga condena. Hay dos que se mantienen prófugos.
La fecha del campeonato uruguayo, que debía disputarse este sábado, fue suspendida. La violencia en el diminuto y, aparentemente tranquilo, país está fuera de control.
@lostribuneros