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El VAR (video arbitraje) se ha impuesto en el mundo del fútbol. Primero en los Mundiales juveniles, luego en la Copa Libertadores, ahora se estudia para ponerlo en Rusia 2018. Pero aquí en la Superliga argentina aún no fue incorporado. Después de varios errores claves en el trabajo del juez Néstor Pitana en el superclásico que Boca le ganó a River 2-1, es urgente su aplicación en nuestro ámbito.
Dos jugadas polémicas fueron comentario del súper 200 aparte del partido en sí, ambas mal sancionadas por Pitana. A los 62 minutos, el colombiano Cardona fue expulsado por un codazo al disputar una pelota, lo que la TV demostró que no existió. Como no existió lo que sucedió tiempo después, tras el segundo gol boquense, cuando Ignacio Scocco conectó un centro hacia atrás y marcó el 2-2, pero el árbitro lo invalidó porque el asistente le informó, mal, que el balón había salido. La repetición, tardía por cierto, recién al final casi del encuentro, marcó irrefutablemente que el útil no salió en toda su circunferencia, como marca el reglamento, por lo tanto el partido debió haber terminado igualado a dos. Sin embargo, lo ganó Boca y ahora es más puntero que nunca, con tremenda diferencia sobre varios.
River, paradójicamente, viene insultando al VAR en todos los idiomas posibles tras su catástrofe ante Lanús por la Copa el martes, cuando en realidad su flojedad al sostener un 2-0 tuvo la culpa de la derrota. Bien o mal, el VAR es indispensable. El ser humano, en este caso el árbitro, no lo puede todo, y para algo se inventaron las máquinas en la vida, para ayudarlo. Hay que escribir a la FIFA pidiendo el video. Si no, seguiremos protestando y enloqueciéndonos como lo hizo River hoy. Y los jueces, equivocándose como Pitana hoy.
Diego Martín Yamus.
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