El entrenador brasileño Luiz Felipe Scolari se fue de China por la puerta grande; campeón con el Evergrande por séptima vez consecutiva, tres de ellos conseguidos bajo su mando. Méritos suficientes como para que centenares de aficionados se agrupen en el aeropuerto de Guangzhou para victorearlo.
Pancartas escritas en chino y en portugués despidieron al técnico que se marchó a Portugal a visitar a sus hijos y nietos allí residentes. Asumió en junio de 2015 y además del tricampeonato, logró una Asia Champions League, una Copa y dos Supercopa de China.
Aún no sabe como será su futuro, pero de acuerdo a medios brasileños, Felipâo, tiene pensado volver a China a dirigir a otro equipo.
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