Daniel Passarella hace uno días salió a dar a luz con bombos un supuesto balance positivo, donde el club habría ganado 17.000.000 de pesos durante su ejercicio pero se pudo probar que los números están inflados. River Plate se encuentra sumido en un mar de deudas.
Pagina12:: Una lectura minuciosa del balance de River aprobado por su comisión directiva el último jueves arroja un saldo más desalentador para la economía del club del que difundió el oficialismo. Incluso, es todavía peor que las impresiones iniciales causadas a la oposición de Daniel Passarella. La pregunta que se impone entonces es: ¿cómo puede ser si arrojó un superávit de 17.301.890 pesos?
El ejercicio está maquillado con la transferencia no concretada de Rogelio Funes Mori al Napoli italiano por 34.380.000 pesos. El oficialismo argumenta que recibió una oferta firme, pero una oferta firme no es una venta. Además, se imputa otro crédito para que cierren los números que no es tal: un juicio por 13.651.222 pesos contra el ex presidente José María Aguilar y el ex secretario Mario Israel que todavía no se ganó. Aquéllos le cedieron a la empresa Río Football Service Holland BV el 35 por ciento del pase de Fernando Belluschi en una operación que quedó cuestionada.
River también aumentó su pasivo durante el gobierno actual de 127 a casi 298 millones de pesos, tiene contratos entregados en garantía ante distintos bancos por poco más de 19 millones de pesos y varios juicios en contra, entre los que se destacan uno de la empresa Sinteplast (con embargos de 603.326 y 150.000 dólares) y otro de la Red Azul y Blanca, propietaria de Radio La Red, del grupo Vila-Manzano.
Andrés Ballotta, vocal titular por la minoría, definió con una analogía lo que sucede en el club: “Si River ya sufrió el descenso deportivo el año pasado, éste es el descenso económico. Es falso lo que se intenta presentar desde el oficialismo como superávit”. Horacio Roncagliolo, opositor de varios oficialismos desde Alfredo Davicce para acá, le apunta al presidente: “Passarella no escucha, no tiene gestión, el verdadero riverplatense no aguanta más esta situación”.
El balance del período 2011/2012 que cerró el 31 de agosto quedó aprobado por 15 votos favorables contra seis en contra, pero esa decisión de la comisión directiva (ver aparte) carecería de validez si no la convalida una asamblea de representantes que se realizará el 30 de este mes. Por lo pronto, Ballota le dijo a Página/12 que “presentaremos una impugnación ante la Inspección General de Justicia contra el punto 1.39 del balance”, que se refiere a cómo se imputó en el ejercicio el presunto pase de Funes Mori al Napoli. Dice así: “Los derechos de aquellos jugadores profesionales cuya transferencia ha sido decidida por la Asociación y por los cuales se posee una oferta firme son valuados a su valor neto de realización. La diferencia con el valor registrado se imputa en resultados financieros y por tenencia del Estado de Recursos y Gastos”.
El tecnicismo contable se puede explicar mejor: River alcanzó el superávit por la presunta venta del delantero sin siquiera haber sido informada la comisión directiva del club, que debería aprobar la transferencia. En línea con eso, la oposición se quejó de que Passarella difundió el balance por medio de un grupo de periodistas amigos antes de que se tratara en la institución.
Otro de los resultados que se cuestiona es el déficit operativo ordinario que asciende a 75 millones de pesos anuales, unos 6.250.000 por mes. Ese monto alimenta año tras año el pasivo que ahora llega a 297.842.795 pesos, o sea que supera por mucho más que el doble los 127.026.313 que dejó la gestión de Aguilar. “El déficit ordinario me preocupa, el pasivo sigue subiendo, lo que dijo Passarella del campeonato económico es mentira”, sostiene Ballotta. El vocal no oculta sus aspiraciones políticas. En diciembre del 2013 se realizarán elecciones en el club y ya lidera el espacio Ahora River junto a otro vocal opositor, Matías Patanian. El mismo que escribió en su blog: “Passarella es nocivo para el club y les pido a los que lo acompañan que hagan algo”.
Las cifras que refleja el balance son significativas de cómo River vio licuados sus ingresos: los dos rubros más importantes de su recaudación sufrieron una merma notoria. Mientras de la AFA recibió por “Torneos oficiales, incluyendo la televisión” 35.849.509 pesos al 31 de agosto, el año pasado había percibido 69.600.888 pesos. En cuanto a las “Transferencias y préstamos de jugadores” cobró 58.607.237 pesos contra los 114.024.782 del 2011. En el primer caso se explica porque jugó la última temporada en la B Nacional y en el segundo porque el club había vendido a Erik Lamela, Diego Buonanotte y Roberto Pereyra y la última temporada sólo transfirió a un futbolista importante, Lucas Ocampos, por 42.026.971 pesos. Inclusive, en el ítem “Derechos de formación” bajó de manera abrupta sus ingresos: pasó de 16.717.842 pesos en 2011 a los magros 338.718 que figuran en el último ejercicio.
Un dato adicional sobre la TV: la pérdida de 33.751.379 pesos entre los dos balances también debería imputarse a la impericia de la dirigencia de River para negociar en el marco del programa Fútbol para Todos. El equipo arrasó en audiencia televisiva durante su campaña en el Ascenso, pero no la transformó en ingresos proporcionales. Ni tampoco hizo valer el peso de su historia.
Todas estas cifras redondearon la pérdida del balance que se intentó disimular con la venta no oficializada de Funes Mori. Los ingresos totales bajaron de un año a otro desde 333.273.659 pesos a 270.615.846, aun incluyéndose aquel pase. Si a esta suma se le restan los 257.725.961 pesos de gastos que arrojó el ejercicio, da los 17.301.890 de superávit que Passarella se congratuló de mostrar como un logro de su gestión.
Uno de los pocos rubros en que 2012 superó a 2011 fue en el de subsidios otorgados al club. El Instituto River Plate recibió de la Dirección de Enseñanza de Gestión Privada del gobierno porteño 6.371.639 pesos contra los 4.963.071 del año pasado para pagar los sueldos docentes.
Lo que no refleja a pleno el balance son los juicios que debe afrontar River, de los que apenas se describen un par. La suma reclamada asciende a 2.367.481 pesos sin contar los embargos de Sinteplast por 603.326 y 150.000 dólares. Estas cifras que se exigen en divisas surgen de un contrato que la gestión de Aguilar firmó con la empresa de pinturas el 2 de noviembre de 2009. A cambio de la refacción del estadio, el ex presidente y su comisión directiva cedieron porcentajes de derechos económicos de los jugadores Matías Abelairas, Diego Barrado, Gustavo Fernández y Nicolás Domingo. La gestión de Passarella desconoció aquella operación y Sinteplast le hizo juicio al club. Otro tanto sucedió con The Game SRL, que pretendía cobrar 1.800.000 dólares por incumplimiento de contrato (River no se presentó a jugar un amistoso con Boca en Bolivia el 6 de septiembre de 2009) y terminó negociando el juicio por 500 mil dólares, según se desprende del balance.
Las demandas son muchas más. Entre otras, se pueden citar las del Club Deportivo Independiente José Terán de Ecuador, Kleyden SA, el transportista Ricardo Aníbal Cichetti, la docente Clara Noemí Beleiro, la Cooperativa de Crédito y Vivienda Centro Comercial de Liniers (contra la que River contraatacó con una querella criminal por adulteración de documento y defraudación), Road Seguridad y Siseg SRL, dos empresas de vigilancia privada, y el Club Deportivo Fair Play de Colombia donde se inició el delantero Radamel Falcao. La más curiosa es la que entabló la sociedad Red Celeste y Blanca el 17 de mayo pasado. Se trata de la propietaria de Radio La Red del grupo Vila-Manzano.
Fuente: Pagina12
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