En el duelo de los «Santos» los brasileños se llevaron la mejor parte; Sâo Paulo le ganó el clásico al Corinthians, con una «ayudita» del referí y se metió en los octavos de la Libertadores eliminando a San Lorenzo.
Sâo Paulo precisaba ganar el «Majestuoso» en el Morumbí para seguir de largo en la Copa Libertadores, y lo logró. Los «Santos» recibieron una mano del árbitro Sandro Ricci, quien de movida condicionó el juego al expulsar, exageradamente, al atacante Emerson Sheik a los 19′.
La superioridad numérica benefició al equipo local, que a los 32′ se puso en ventaja por medio del implacable Luis Fabiano.
Ese gol fastidió por demás al «Timâo», a tal punto, que el arquero Cassio se «comió» un zapatazo envenenado de Michel Bastos a los 40′. Los «santos» en un tiempo tenían liquidada la clasificación.
Sandro Ricci, en el complemento, volvió a «meter» la mano… en su bolsillo y expulsó, inexplicablemente, al colombiano Mendoza, que llevaba 9′ en la cancha, juanto al sampaulino Luis Fabiano.
La roja al cafetero fue por un supuesto manotazo en la cara a Luis Fabiano; Ricci echó al atacante del Sâo Paulo por simular la agresión y no se sabe por qué motivo expulsó a Mendoza.
Sâo Paulo se metió en octavos de final detrás de su rival Corinthians. San Lorenzo quedó eliminado y, de yapa, perdió de local con Danubio 1-0.
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