Quilmes en casa derrotó por 1-0 a un River Plate, que ni por las sombras fue lo aquel que goleó a Godoy Cruz y Arsenal. El uruguayo Martín Cauteruccio marcó el único gol a los 14′ y este resultado calienta en superclásico de la próxima semana (Foto: Télam)
Un partido para el olvido jugaron Quilmes y River Plate en el Centenario y el cervecero se llevó una festejada victoria por 1-0, logrando así romper una sequía de 7 partidos sin ganar.
River llegó al campo de Quilmes con muchos bríos, luego de un notable repunte donde sumó dos victorias consecutivas marcando la friolera de 9 goles. Los cerveceros, muy comprometidos con el descenso precisaban de una victoria que les sirva de estímulo y además le permita cortar una racha adversa de 7 juegos sin conocer la victoria.
El esquema presentado por Quilmes fue sencillo pero eficaz, defender, maniatar a los jugadores creativos del millonario y dejar incomunicado al mediocampo con los atacantes.
Los millonarios cayeron en las redes del local y casi pasaron sin pena ni gloria. Un grosero error defensivo del equipo que de la banda posibilitó el exclusivo gol del uruguayo Cauteruccio a los 14′.
River tiró manotazos de ahogado e hizo lo que le salió, por eso, el partido fue para dormir.
De contra Quilmes lo pudo liquidar y en un mano a mano Barovero derribó en el área grande a Telechea pero el referí prefirió no sancionarlo, generando la ira de miles de hinchas del cervecero.
El elenco millonario tendrá que corregir mucho durante la semana, y vale remarcar que es un equipo recién ascendido, por más que le duela a más de un hincha, y si vuelve a dejar puntos por el camino la tabla del descenso no perdona.
Boca será el próximo rival de River en el Monumental y ese partido podría ser clave para determinar la continuidad de uno de los entrenadores.
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