Un año se cumple de la tragedia de Medellín

Las 22:15 horas del 28 de noviembre será tristemente recordadas por la afición del Chapecoense. 71 fallecidos y apenas 6 sobrevivientes tras la caída del avión que transportaba al equipo brasileño a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana 2016.

El horario del accidente es hora colombiana, es decir, dos horas menos que la Ciudad de Buenos Aires. El día 29 de noviembre, apenas horas después de la caída del avión de LaMia que transportaba al conjunto de Chapecoense, directivos, periodistas y allegados a la ciudad de Medellín, la noticia recorría el mundo de palmo a palmo.

Día de los más duros que nos tocó vivir en los casi 10 años de Tribunero.com. Ese día arrancamos la rutina a las 7 de la mañana y trabajamos de corrido hasta la una de la madrugada del otro día. El dolor, la confusión, las pésimas noticias que llegaban minuto a minuto, la consternación, la demostración de solidaridad no solo del mundo futbolero sino de la gente que nada que ver tiene con este deporte.

Nacional de Medellín esperaba a un Chapecoense que hacía historia al meterse en una inédita final internacional. Los «paisas» venían de ganar la Copa Libertadores y pujaban por el doblete continental. El «Chape» soñaba con escribir su nombre en la historia del fútbol mundial. El Atanasio Girardot iba a ser una caldera. La revancha se jugaría la semana próxima en el Antonio Couto Pereira, estadio del Coritiba de una ciudad de Curitiba distante a 500 kilómetros de Chapecó.

De pronto, las redacciones comenzaron a recibir la noticia de que el avión que transportaba la Chapecoense había desaparecido del radar y que horas después fue localizado gracias a la ayuda de lugareños que vieron la caída del artefacto procedente la ciudad de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia).

Miles de sentidos homenajes se le realizaron a los 71 fallecidos y a los 6 sobrevivientes. Apenas tres futbolistas del Chape lograron salir con vida, apenas uno de ellos volvió a jugar al fútbol. Nacional decidió abrir las puertas de su estadio y brindar un homenaje durante los 90 minutos que debía durar el partido. La televisión decidió «transmitir» el supuesto partido colocando una pantalla negra, el logotipo del canal que tenía los derechos y un cronómetro que se detuvo al minuto 90.

La directiva de Atlético Nacional decidió retirarse de la competición y así, de esa manera, el trofeo quedaba en manos del Chapecoense. Algo que fue aceptado por la FIFA. El club cobró el millonario premio y otros beneficios publicitarios por ser el ganador del torneo.

Homenajes por doquier. Equipos de fútbol de Argentina y Uruguay que utilizaron una camiseta similar a la del ‘Chape’. Un San Lorenzo que había sido eliminado en semifinales por ellos,  y que entró a la cancha con las camisetas que habían intercambiado con sus rivales.

Pese a todo el club debió encarar miles de dificultades, pero aún así, logró ponerle el pecho a las balas y encaró la temporada como pudo. Fue descalificado de la Copa Libertadores por la mala inscripción de un futbolista. En el Brasileirâo pasó sin pena y sin gloria, pero lo más importante: no perdió la categoría.

@lostribuneros

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