El mundo del fútbol argentino se encuentra sumido en la tristeza tras conocer la inesperada muerte del reconocido entrenador Claudio Raggio, quien también dejó su huella como futbolista en el país. Raggio, de 52 años de edad, perdió la vida luego de una dura batalla contra una afección pulmonar que lo mantuvo hospitalizado en terapia intensiva por más de dos semanas. En el momento de su deceso, se encontraba desempeñando funciones como técnico de Estudiantes de Río Cuarto, equipo de la provincia de Córdoba.
La dolorosa noticia fue confirmada por el propio club cordobés, donde Raggio había asumido el cargo a principios de este año, luego de un exitoso paso por Douglas Haig de Pergamino. Con profundo pesar, el equipo expresó sus condolencias a los familiares, amigos y allegados del entrenador a través de las redes sociales.
Raggio, quien había obtenido el título de campeón de Primera División con Newell’s en 1992 y había logrado el ascenso con Quilmes en 2003 como jugador, había sido hospitalizado el pasado 5 de febrero debido a un cuadro de deshidratación y neumonía. A pesar de los esfuerzos médicos, su estado de salud empeoró rápidamente, siendo necesario su ingreso a terapia intensiva y posterior intubación, hasta que finalmente se confirmó su fallecimiento este martes.
Aunque su paso por Estudiantes de Río Cuarto como director técnico fue breve, Raggio dejó una marca imborrable en el fútbol argentino. Su contribución como jugador y entrenador en diversos clubes a lo largo de los años lo convirtió en una figura respetada y querida por la comunidad futbolística.
Con una carrera que abarcó desde su inicio en Newell’s hasta su última etapa en Estudiantes de Río Cuarto, Gustavo Raggio dejó un legado imborrable en el deporte que amaba.