Pasadena, California – La histórica victoria de Botafogo sobre el París Saint-Germain (PSG) en el Mundial de Clubes se vio empañada por lamentables incidentes de violencia en las tribunas del Rose Bowl Stadium. Durante el partido, se desató una brutal pelea entre aficionados de ambos equipos, dejando imágenes impactantes y generando preocupación por la seguridad en el evento.
Detalles de la Pelea: Violencia sin Control
Aproximadamente entre 10 y 25 aficionados se vieron involucrados en la trifulca, que rápidamente escaló con golpes, empujones y caídas violentas. Videos que se viralizaron en redes sociales muestran escenas de extrema agresión, incluyendo a un hincha del PSG pateando y golpeando la cabeza de un seguidor de Botafogo que ya se encontraba en el suelo.
La situación se agravó considerablemente debido a la notoria ausencia de personal de seguridad en el sector donde se produjeron los enfrentamientos. Esta falta de intervención permitió que la violencia se prolongara por varios minutos, sin que nadie pudiera detenerla de inmediato.
Los enfrentamientos no se limitaron solo a hinchas brasileños y franceses. También participaron aficionados latinoamericanos, muchos de ellos de Centroamérica, que vestían camisetas del PSG. Esta mezcla de nacionalidades y la falta de un control efectivo por parte de las autoridades contribuyeron a la magnitud y gravedad del conflicto.
El Contexto Deportivo: Una Victoria con Sabor Amargo
En lo futbolístico, el Botafogo logró un triunfo significativo al vencer al PSG por 1-0, con un gol anotado por Igor Jesus en el minuto 36. Este resultado no solo fue crucial para la posición del equipo en el torneo, sino que también puso fin a una racha de 13 años sin victorias de equipos sudamericanos sobre europeos en el Mundial de Clubes.
La victoria coloca a Botafogo en una posición privilegiada en el Grupo B, mientras que el PSG y el Atlético de Madrid se encuentran en una situación comprometida, obligados a ganar en la última jornada para avanzar a los octavos de final.
La imagen de la violencia en las gradas contrasta fuertemente con la alegría deportiva del Botafogo. Este incidente pone en tela de juicio los protocolos de seguridad implementados en un evento de magnitud global como el Mundial de Clubes.