El club más popular de Uruguay, Peñarol, se quedó sin entrenador, algo que para nosotros, y en especial para nuestro asesor Don Coco, era de preverse.
Los peñarolenses volvieron a hacer agua en el Torneo Uruguayo, al empatar con Montevideo Wanderers a uno por la jornada 6, y se quedaron sin técnico, luego que Diego Alonso presente su renuncia y esta fuese aceptada por José Damiani.
Un hincha de Peñarol, vinculado a una de las tantas páginas dedicadas al mirasol nos “sobró” y nos mandó un discursito escrito allí, pretendiendo darnos una lección sobre lo que es el carbonero, algo que lo tomamos como de quien viene, ya que no somos unos “genios” del periodismo futbolero, pero tenemos la picardía de manejamos con asesores.
Don Coco, uruguayo, hombre de 84 años, que tuvo el honor de ver a su primer Peñarol en vivo y en directo en 1939, es un gran referente y es quien nos dijo “Es joven ese entrenador, tiene todas las mejores intenciones pero no es para un club tan grande como Peñarol”.
Marcelinho es otro gran asesor, hijo y nieto de dos manyas rabiosos, pese a ser hincha de El Tanque, también la tiene clara, y su edad le da perfecto para poder decir determinadas cosas, y un poquito más de equilibrio y objetividad, sus 41 años que incluyen niñez y adolescencia vivida en Montevideo, también ayudan.
Alonso se fue, y no fuimos sensacionalistas, y mucho menos vendehumo, al decir, luego de la tercera fecha, que Alonso no era para Peñarol.
Asique, manya, si querés enterarte de lo que le pasa y pasará a tu equipo, dale bola a estos porteños, que cuentan con excelentes asesores y no con pibes fanáticos que no vieron jugar a un “Chueco” Perdomo, un “Loco” Trasante, un Fernando Morena, un Miguel Ángel Bossio, un Feitiço, un Gustavo Ferández, un Roque Máspolo, un “Pardo” Abbadie” o un “Cotorra” Míguez.
Daniela Maruti
@lostribuneros