Wayne Rooney sufrió una agresión por parte de un rival del Bournemouth. Debió abandonar temporalmente el campo de juego y cambiar su camiseta. Quedó impune.
Everton jugaba en Goodison Park por la jornada 5 de la Premier League; el defensor Simon Francis le propinó un codazo a Rooney, quien sufrió un corte en su arco superciliar, y tuvo que abandonar la cancha lleno de sangre por unos minutos. El jugador del Bournemouth le pidió disculpas tras su irresponsable entrada.
Rooney le reclamó airadamente al referí de la contienda y a sus colaboradores para que punan al desprolijo defensor, sin embargo, nadie vio nada aunque la televisión captó la mala fe del rival.
Los toffees lograron su segunda victoria en el torneo, ya que terminaron 2-1 con doblete de Niasse.
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